Por: Unidad Investigativa de Análisis Urbano
Antioquia, Colombia, 30 junio de 2022.- Girán David Laverde Zapata, más conocido como Alias “Yirán” es un peligroso alto mando de la banda paramafiosa “los Pamplona”, que tiene fuerte control en Rionegro, del que se desprenden fuertes tentáculos hacia otros municipios del Oriente antioqueño. Su trayectoria criminal le ha valido para que las autoridades anuncien una recompensa de hasta $80.000.000 para quien entregue información y capturarlo.
Lo más extraño de esta recompensa es el testimonio de Camelio Santander[1], habitante de zona rural del municipio de Rionegro, que reclama, indignado, una explicación para comprender por qué alias Yirán visita con bastante frecuencia a algunas personas cercanas[2] sin ser detectado por las autoridades locales, que al parecer lo favorecen con “permisos institucionales”.
¿Por qué alias Yirán lleva meses visitando a algunas personas en varias veredas en Rionegro sin ser detectado por la Policía?
Al mejor estilo de otros jefes paramafiosos, alias Yirán realiza sus movimientos en una camioneta de alta gama, con pocos hombres que lo escoltan a donde vaya. Se sabe que se dirige a una de las zonas más exclusivas de Rionegro, donde es protegido por un poderoso “Patrón” de la delincuencia.
Del papel de la inteligencia y la contrainteligencia se conoce solo su debilidad y permeabilidad, al punto tal que los hilos del poder facilitan las rutas de alias Yirán.
Esta posible filtración o alianza con algunos integrantes de la institucionalidad local le permite a “Yirán” moverse con facilidad, pese a ser un “perseguido” por la justicia.
El escenario es más complejo, cuando vemos que a las autoridades no les preocupa, ni los trasnocha por un instante, que los tentáculos del poder criminal ostenten esa supuesta protección.
No se conoce si existen protocolos internos o estrategias para impedir esa extraña cercanía armada. Las instituciones del Estado deben estar al servicio de la población, pero no de los bandidos. La seguridad del Estado es para los ciudadanos que acatan las leyes, no para quienes la corrompen. Pero eso no es importante para la Policía, que parece secundar tan cuestionable comportamiento. A nadie le incomoda.
La captura de Hernán de Jesús Morales Monsalve, director del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en Rionegro, con funciones en varios municipios del Oriente de Antioquia, dejó en evidencia que podría haberse fundado una alianza ilegal que ha beneficiado visiblemente a los actores armados. Pero se conoce que hay sectores locales que buscan que los delitos realizados queden en total impunidad. Seguramente esto nadie lo investigará.
Alias “Yirán” también visita con frecuencia la zona conocida como “La Galería”, un lugar que encierra los secretos más oscuros de la criminalidad en el municipio de Ríonegro.
La Galería es una zona de tolerancia que sirve para la explotación sexual de niñas, adolescentes y mujeres, además de ser un lugar de negocios frecuentada por toda la criminalidad oculta.
La Unidad Investigativa de Análisis Urbano ha logrado conocer por fuentes institucionales que, en La Galería, está prohibida cualquier intervención de las autoridades locales. Es tanto el poder ilegal que se impiden realizar acciones contundentes para acabar con cualquier tipo de violencias contra niñas, niños y adolescentes o implementar estrategias para lograr evitar que se cometan actos delictivos. Todas las autoridades guardan silencio.
Este año, la guerra sostenida entre paramafiosos de “El Mesa” y “Los Pamplona” -que se disputan amplios territorios en Rionegro-, ha dejado cerca de 20 homicidios, 7 casos de personas desaparecidas y dos líderes sociales asesinados. Sin embargo, las autoridades podrían estar intentando desviar las investigaciones, señalando y estigmatizando a las victimas.
El consumo de sustancias ilícitas entre población juvenil y adolescente se ha incrementado considerablemente, el comercio de estupefacientes se extiende hacia dentro y fuera de los colegios, lugares en donde están instalada la escultura a “La Virgen María”, diferentes zonas deportivas y locales comerciales de toda la ruralidad de Rionegro.
La droga es transportada cuidadosamente desde la ciudad de Medellín en transporte público y trasladada hasta los sitios de expendio para su comercialización. Para el traslado tienen que pasar por diferentes sitios de control que superan con bastante facilidad. Parece que la Policía ha revestido de normalidad todas las actividades que los ilegales realizan en Rionegro… Y en todo el país…
Según Camelio, la Policía Municipal posiblemente solo pasa por las cuotas económicas para dejar expender. Como siempre nadie investigará esta grave denuncia.
Las “rumbas fuertes” son cada día más comunes. Bajo el disfraz de fiesta privada diferentes poderes locales delegan zonas para que adolescentes, jóvenes y adultos disfruten de música electrónica, pero también de “tuci, tucibí o cocaína rosada,” “LSD”, “heroína”, “cocaína”, “éxtasis” e incluso “cocodryl”.
Zonas exclusivas como San Antonio de Pereira, pero también veredas aisladas de la urbanidad, son los sitios más usados para esta estrategia de venta de estupefacientes. Pese a que las autoridades locales presuntamente conocen del fenómeno ilegal, no hay una incomodidad por estas prácticas que son cada vez más usadas.
Mientras esto ocurre, las bandas de El Mesa, con origen en el Valle de Aburrá, y los Pamplona, de Rionegro, se disputan el control de ese municipio, dejando a su paso el incremento en los homicidios y la violencia armada.
Los días transcurren en el municipio de Ríonegro con las mismas dinámicas armadas, por un lado, grupos armados delinquen de día y de noche desde las diferentes veredas y zonas urbanas, por otro lado, no hay organismos de inteligencia y de control que se interesen por acabar el flagelo de la violencia.
Los bandidos lograron ser invisibles en Rionegro. Ellos tienen el poder.
[1] Por razones de seguridad omitiremos su nombre verdadero.
[2] Algunas de las vistas que realiza Alias “Yirán” las realiza a personas que no tienen nada que ver con el conflicto o con sus acciones criminales, por lo tanto omitimos lugares y datos específicos de estas personas.