Jerusalén, 14 feb – Los dos israelíes de origen argentino que fueron secuestrados por el grupo islamista Hamás el 7 de octubre y rescatados el lunes pasado en una operación militar empiezan a recobrar la sonrisa, pero afrontarán «consecuencias» físicas y psicológicas, reveló este miércoles una familiar.
Fernando Simón Marman, de 61 años, y Norberto Luis Har, de 70, están en un hospital de Israel tras ser rescatados el lunes pasado durante una compleja operación del Ejército israelí, en la ciudad gazatí de Rafah, luego de más de cuatro meses de cautiverio.
«Están empezando a recobrar su fuerza, su sonrisa, se están sintiendo mejor. (Los médicos) dijeron que es posible que los den de alta hoy», indicó en conferencia de prensa Mayan Sigal-Koren, sobrina de Marman e hijastra de Har.
El hecho de que los dos hombres estuvieran siempre juntos durante su secuestro les ayudó a «sobrevivir la experiencia», comentó, al advertir que habrá secuelas en su salud, ya que Hamás les negó el acceso a medicinas, además del trauma psicológico.
«No sé cuanto durará la rehabilitación, va a tardar, hay muchas cosas que no sabemos», comentó, al añadir que «cada día en cautiverio trae más consecuencias».
Mayan Sigal-Koren habla con conocimiento de causa, pues tres de sus familiares cercanos, también secuestrados por Hamás, fueron liberados en noviembre durante la única tregua que ha visto la guerra: su madre Clara, de 64 años, su prima Mía, de 17, y su tía Gabriela, de 59.
Clara, una argentina que inmigró a Israel en 1981, es pareja de Luis y hermana de Fernando.
Todos ellos fueron secuestrados la mañana del 7 de octubre, el día que estalló la guerra, mientras estaban reunidos en casa de Clara en el kibutz Nir Yitzhak, a unos 5 km de la Franja de Gaza.
Los milicianos abrieron fuego contra el búnker en el que se escondieron «pero todos se abrazaron en una esquina y, por suerte, ninguno de ellos fue herido por las balas. Fueron la única familia que fue secuestrada de ese kibutz», cuenta Sigal-Koren.
Aunque Clara salió del cautiverio en noviembre, no ha podido concentrarse en su recuperación pues ha estado abogando por la liberación de sus seres queridos y de todos los rehenes, una causa que la llevó hasta España, donde se reunió con el Rey Felipe VI.
Tras la liberación de Clara, Luis y Fernando creyeron que serían rescatados pronto, pero cuando escucharon que se reanudaban los disparos de cohetes por parte de Hamás y los bombardeos israelíes, «entendieron que no iban a salir», cuenta Sigal-Koren.
Por orden de las autoridades, Sigal-Koren no pudo revelar detalles de las condiciones del secuestro de sus parientes, pero aseguró que Luis y Fernando pasaban los días «sin hacer absolutamente nada, solo esperando, sin hablar con nadie, tratando de meditar» para que sus mentes les hicieran sentir en otro lugar, pues su realidad «era demasiado para poder soportarlo».
Aunque Sigal-Koren celebra la liberación de sus parientes, asegura que no puede sentirse «completamente feliz» hasta la liberación de todos los rehenes.
El rescate de Luis y Fernando fue el segundo operado con éxito por parte del Ejército israelí, tras recobrar a la soldado Ori Megidish a finales de octubre, cuando comenzó la operación terrestre en Gaza.
Además de ellos tres, 110 personas fueron liberadas por Hamás, 105 de ellas durante el pacto de tregua de noviembre, que incluyó la puesta en libertad de 240 palestinos presos en cárceles israelíes.
Se estima que Hamás aún mantiene cautivos a unos 130 rehenes, de los cuales una treintena estarían muertos.
El grupo islamista detonó la guerra el 7 de octubre tras perpetrar un ataque contra Israel que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración de miles de milicianos que masacraron a poco menos de 1.200 personas y secuestraron a otras 250 en las poblaciones israelíes cercanas a la Franja.
Desde entonces, la ofensiva militar israelí ha dejado más de 28.500 muertos y 68.000 heridos en la Franja de Gaza, la mayoría niños y mujeres.
Yemeli Ortega
EFE