Jerusalén, 19 de julio de 2024.- El ataque con un dron a Tel Aviv, que dejó un muerto israelí y reivindicado por los rebeldes hutíes de Yemen, supone un nueva escalada de tensión en Oriente Medio y amenaza con extender la guerra de la Franja de Gaza a otros frentes regionales, mientras Israel advierte de que está preparado «para cualquier escenario».
Un hombre israelí de unos 50 años murió por el impacto, este viernes a las 3.12 hora local (00.12 GMT), sobre su apartamento de metralla tras la explosión del dron, que hirió a otras ocho personas. La víctima es Yevgeny Ferder, un israelí de origen bielorruso que se mudó al país hace dos años tras la invasión rusa de Ucrania.
Un dron Sammad-3 de fabricación iraní lanzado desde Yemen, según confirmó el Ejército israelí, alcanzó esta madrugada el espacio aéreo de Tel Aviv, cerca de la embajada de EEUU, explotando en el aire en pleno centro de la ciudad, sin que sonaran las alarmas antiaéreas debido a un «error humano».
«El Sammad-3 es un arma iraní que probablemente fue mejorada para ampliar su alcance de vuelo. Irán apoya, financia y arma a sus representantes en la región, en Gaza, Judea y Samaria (Cisjordania), Líbano, Siria y Yemen», afirmó el portavoz de Ejército, Daniel Hagari.
Los hutíes reivindicaron el lanzamiento además de un misil balístico y otros tres drones contra Tel Aviv, interceptados por las baterías antiaéreas desplegadas por EEUU en la región antes de llegar al espacio israelí, pero un cuarto dron explotó sobre la ciudad. Si bien, sí fue detectado por el sistema de defensa Cúpula de Hierro, no se interceptó al no clasificarlo con un objeto hostil por un «error humano».
«Debemos estar preparados para todos los escenarios en todos los frentes. Debemos estar preparados con acciones defensivas y ofensivas», afirmó el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, quien prometió «ajustar cuentas con quien cometa terrorismo contra Israel».
Gallant recordó que Israel ya está en guerra desde hace más de nueve meses en «sus fronteras norte y sur», en referencia al conflicto en la Franja de Gaza, que comenzó el 7 de octubre; y al intenso intercambio de fuego con el grupo chií libanés Hizbulá, que se inició al día siguiente.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, no se ha pronunciado, pero sí mantuvo una «evaluación telefónica de la situación de seguridad con la participación de los jefes del estamento de defensa», indicó su oficina.
Ataque hutí de más alcance
El ataque es la acción de más largo alcance de los hutíes contra Israel desde que comenzaron a atacar barcos vinculados al país en el mar Rojo, así como la ciudad sureña de Eilat, desde el pasado 19 de noviembre, aunque ninguna ha resultado mortal ni causado daños graves.
En los últimos meses, los hutíes se han atribuido ataques contra el puerto de Haifa y el Mediterráneo, algunos en conjunto con la amalgama de milicias proiraníes de la Resistencia Islámica en Irak, que también se han unido a las acciones contra Israel «en solidaridad» con las milicias palestinas lideradas por Hamás que libran la guerra en Gaza, como hizo Hizbulá.
Por su parte, el grupo islamista palestino Hamás felicitó a los hutíes por el éxito de su ataque contra «el corazón de Tel Aviv, centro de la entidad sionista y fuente de su orgullo, convirtiendo la ciudad en insegura». De hecho, su alcalde, Ron Huldai, elevó el estado de alarma.
«El ataque marca una nueva fase en las actividades de la resistencia», indicó Hamás, que hizo un llamado «a la unidad en esta batalla de honor y dignidad contra la entidad ocupante fascista», en referencia a Israel.
Además de la guerra en la Franja de Gaza, enquistada desde hace más de nueve meses y con casi 39.000 muertos palestinos; el frente más caliente en estos momentos para Israel es la frontera con Líbano, que vive su mayor intercambio de fuego desde 2006, fundamentalmente con Hizbulá.
El grupo libanés reivindicó hoy siete ataques contra Israel, incluidas dos andanadas de cohetes por primera vez contra las localidades israelíes de Abirim y Neve Ziv, en respuesta a los bombardeos israelíes anoche en el sur de Líbano, que mataron a dos de sus combatientes, Ali Maatuk -comandante de la fuerza de élite Radwan, según Israel- y Mohamed Mustafa.
Israelí confirmó haber detectado más de 65 proyectiles desde Líbano, sin causar daños, a los que respondió con ataques aéreos y de artillería.
El intenso intercambio de fuego en esa frontera se ha cobrado la vida de unas 540 personas, la mayoría del lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 340 bajas, además de un centenar de civiles. En Israel han muerto 30 personas, 12 civiles.
Sara Gómez Armas
EFE