Asunción, 24 de abril de 2023.- El histórico Partido Colorado de Paraguay no ha salido indemne de las sanciones de EE.UU. por corrupción contra el exmandatario Horacio Cartes (2013-2018) y el vicepresidente del país, Hugo Velázquez, y concurrirá a las elecciones generales del próximo domingo tras una campaña marcada por la merma de sus fondos para proselitismo, la ausencia de actos masivos y el distanciamiento de sus principales facciones.
Esta vez, el financiamiento ha sido un dolor de cabeza para el oficialismo, ya que Cartes, como líder del Partido Colorado -también llamado Asociación Nacional Republicana (ANR)- se vio impedido por cuenta de las sanciones financieras a gestionar los préstamos bancarios para financiar sus actividades proselitistas, labor que quedó en manos de otros miembros de la formación política.
El Coloradismo, acostumbrado a grandes despliegues de campaña, se enfocó en la obtención de fondos que empezarán a distribuirse desde este lunes, a escasos días de la votación, anticipó este fin de semana su candidato a vicepresidente, Pedro Alliana.
En declaraciones a EFE, la investigadora y catedrática Mabel Villalba indicó que, a diferencia de años anteriores, «se nota menos fuerza y menos dinamismo en la campaña del partido Colorado en relación a otras elecciones».
No descartó, sin embargo, que el haber conseguido fondos para la recta final de la contienda pueda jugar a favor del oficialismo, en particular «el día D».
¿ALTERNANCIA?
En todo caso, advirtió, esta vez la votación «no está polarizada en la cuestión ideológica, sino que lo que está en juego es la alternancia o el continuismo».»Esa es la gran pregunta del momento: si hay posibilidades para la alternancia», agregó esta doctora en procesos políticos contemporáneos de la Universidad de Salamanca (España).
En ese sentido, coincidió con otros expertos que pronostican unas «elecciones reñidas» entre el Partido Colorado, que postula a la Presidencia al exministro Santiago Peña, y la coalición opositora Concertación Nacional, cuyo candidato es el liberal Efraín Alegre.
Hasta hace un par de meses, añadió Villalba, la Concertación se enfrentaba a una competencia electoral asimétrica frente a un partido «con más de setenta años en el poder», que «se ha apropiado del aparato estatal» y «tiene una red clientelar muy fuerte».
Pero en el escenario actual, consideró que es la incertidumbre «la que marca esta campaña». Paraguay tiene un proceso de elección general de única vuelta, con lo que la Presidencia la obtendrá el más votado.
«En otras elecciones anteriores se podía identificar una mayor ventaja de uno u otro candidato, pero en este momento están, digamos, muy parejos los dos», remató.
En todo caso, para Alegre será la tercera ocasión que se enfrente a un candidato del Partido Colorado, después de haber sido superado por Cartes, en 2013, y por el actual gobernante, Mario Abdo Benitez, en 2018.
Abdo Benítez se impuso con un 46,42 % de los votos a Alegre (42,7 %), una diferencia mucho más estrecha de la pronosticada entonces por las encuestas.Cinco años después, Fuerza Republicana, la facción que Abdo Benítez respalda en el seno del oficialismo, se mantiene distanciada de Honor Colorado, el ala de Cartes.
El exmandatario derrotó al actual gobernante en los comicios primarios de diciembre pasado, en los que competían por la Presidencia de la ANR. La separación parece no haber quedado zanjada antes de ir a las urnas.
El domingo se estrenarán en una elección general el sistema de listas cerradas desbloqueadas y de representación proporcional para cargos pluripersonales, incorporado por ley en 2019.
Este mecanismo permitirá definir, por ejemplo, la conformación del Congreso a partir de los candidatos más votados por cada partido y no según su ubicación en las listas de candidatos.
Unos 4,8 millones de paraguayos votarán, además de presidente y vicepresidente, por diputados, senadores, gobernadores e integrantes de las juntas departamentales.
Laura Barros
EFE
