Tras haber participado del Congreso de las FARC para constituirse en partido político y haber obtenido 118 votos en las listas para aspirar a cargos de elección popular, Édgar Mesías Salgado, alias Rodrigo Cadete, se fugó con hombres armados en el municipio de Cartagena del Chairá, Caquetá, para unirse, según las primeras investigaciones de los organismos de seguridad, a la disidencia que lidera alias Gentil Duarte.
Estas organizaciones, que en un pasado pertenecieron a la ya extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, cuentan actualmente, acorde a las estimaciones del Ministerio de Defensa, con 400 hombres agrupados en 15 disidencias con presencia en 8 departamentos del país: Nariño, Cauca, Caquetá, Guaviare, Meta, Vichada y Vaupés.
Lo preocupante del asunto es que con la deserción de Salgado, el reducto de las FARC del Frente Primero gana un hombre con liderazgo y con experiencia en el campo de batalla, lo que podría representar acciones militares en el suroriente del país, teniendo en cuenta que los liderados por Gentil Duarte serían 300 hombres que no se acogieron a los acuerdos de paz con el Gobierno nacional.
Recordemos que el Frente Primero fue el originario que se organizó en la estructura guerrillera, siendo un pilar fundamental en las FARC en 54 años de confrontación. Los organismos de inteligencia del Estado lo posicionaron como uno de los más poderosos en el sur del país y un alfil importante en el procesamiento y la comercialización de la coca.
Alias Rodrigo Cadete, por su parte, pasó por diferentes frentes reconocidos por ser beligerantes en la organización, haciendo parte del 16 en el Guaviare, el 39 en Vichada y el 27 en el Meta, en donde alcanzó la comandancia y se convirtió en uno de los hombres de confianza de alias Mono Jojoy. Allí fue fundamental junto a alias el Negro Acacio, en la exportación de cocaína a Brasil y en el manejo de la droga en los departamentos de Vichada y Guaviare.
Alias Cadete, que se encuentra en la Lista Clinton por sus nexos con el narcotráfico, de ser capturado sería juzgado por la justicia ordinaria, perdiendo todos los beneficios acogidos del acuerdo de paz. Según el vicepresidente de la República, Óscar Naranjo, el guerrillero «debe prepararse para recibir toda la persecución militar, policial y judicial que corresponde».
Con relación a la deserción de Edgar Salgado, Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, en diálogo con Caracol Radio, analizó los principales motivos que han llevado a los excombatientes de las FARC a desconocer los acuerdos de paz alcanzados con el Gobierno nacional. Para Ávila, en las Zonas Veredales de Concentración no se cuenta con la capacidad para formular proyectos agropecuarios que hagan uso productivo de la tierra y los guerrilleros concentrados se encuentran ante la incertidumbre de una serie de incumplimientos por parte del Ejecutivo nacional. El subdirector de Paz y Reconciliación hizo énfasis en la congelación del crédito para los guerrilleros que se acogieron a lo pactado en La Habana, afirmando que hay 1.000 integrantes de las FARC a los que no les ha llegado el subsidio de $680.000, como estipula el acuerdo final.
Según las cifras de la fundación a la que pertenece Ariel Ávila, las FARC tenían presencia en 142 municipios del país y actualmente las disidencias ejercen control territorial en 41 de estos municipios. La más grande sería del Frente Primero, las otras estarían agrupadas en cuadrillas entre 10 y 50 hombres.
Si el tema de los combatientes que desertaron de la guerrilla no se trata con la seriedad que corresponde, nos podríamos enfrentar próximamente a nuevos grupos armados articulados al negocio del narcotráfico. Las garantías del posconflicto deben estar fundamentadas en la no repetición, sobre todo, por la experiencia que nos dejó el proceso de Justicia y Paz con los paramilitares en 2005, en el que los mandos medios, como alias Otoniel, terminaron liderando lo que hoy conocemos como bandas criminales.
El incumplimiento por parte del Gobierno nacional ha conllevado a que los militantes de la exguerrilla de las FARC desconfíen de los acuerdos y, a su vez, la coordinación general de la organización pierda poder en sus líneas de base. Para Ávila, los máximos comandantes también son responsables del tema de las disidencias, ya que por estar ocupados en la creación del nuevo partido político se han ido alejando de sus bases concentradas en las Zonas Veredales.
Es por esto que se hace necesario que tanto FARC como Gobierno nacional se pongan de acuerdo en el tratamiento que se le va a dar a las cuadrillas de combatientes que desertaron de la guerrillerada, teniendo en cuenta que en estos casos se mide la capacidad de mando del Secretariado Mayor y la seriedad de la institucionalidad para cumplir con lo pactado. Que no se vaya repetir la historia de los paramilitares, en estos días que hay tregua con el ELN y que el Clan del Golfo está pidiendo pista para negociar un sometimiento a la justicia de sus estructuras criminales.
Fuentes:
http://www.eltiempo.com/justicia/jefe-desmovilizado-de-las-farc-rodrigo-cadete-huyo-129310
http://caracol.com.co/programa/2017/09/12/6am_hoy_por_hoy/1505216669_798754.htm
lhttp://www.elcolombiano.com/colombia/paz-y-derechos-humanos/disidencias-de-las-farc-ya-estan-en-8-departamentos-LI7280692