Santiago de Chile, 11 de noviembre de 2022.- El presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo este viernes que «están las condiciones para iniciar un nuevo camino» en el diálogo con el pueblo mapuche, la comunidad indígena más grande del país que enfrenta en algunas zonas del sur un conflicto territorial con empresas forestales y el Estado.
En el marco de su segundo día de gira en la región de La Araucanía, el mandatario recalcó que se puede «aislar a quienes creen que la violencia es el medio», en referencia a organizaciones mapuche que reivindican la acción directa y la violencia política como táctica para concretar sus objetivos.
«Después de la reunión que vamos a tener con los lonkos y las comunidades, vamos a socializar parte de las propuestas que tenemos para retomar el diálogo con el pueblo nación mapuche, y abordar parte de la deuda pendiente que tiene el Estado de Chile», señaló el mandatario en entrevista con la radio local Lonquimay, previa al inicio de una cargada agenda privada para cerrar su esperado paso por la región.
«PECAMOS DE VOLUNTARISMO»
Durante la conversación, Boric fue consultado por el primer intento que su Gobierno desplegó para entablar diálogo con comunidades en conflicto, en particular la fracasa visita de su primera ministra del Interior, Izkia Siches, a Temucuicui, donde fue recibida con disparos al aire obligando la retirada de su comitiva en marzo pasado.
“Nosotros tuvimos como Gobierno, y creo que es importante reconocerlo, un paso en falso en nuestra primera visita, en donde pecamos de voluntarismo”, apuntó Boric.
“Tuvimos unos incidentes muy complicados en ese momento que afectaron a nuestra ministra del Interior de entonces, a mi querida compañera que le mando un saludo, a Izkia Siches, y nos dimos cuenta que la situación en la Araucanía hay que abordarla sin atajo”, agregó.
Si bien la actual jefa de Interior, Carolina Tohá, logró un exitoso paso por la zona enfatizando una agenda de reactivación económica y seguridad, el mandatario insistió en la necesidad de una política «robusta».
“Acá no se pueden hacer maniobras comunicacionales, sino que uno tiene que venir con una agenda sólida, robusta y por eso nos demoramos en prepararlo, pero creíamos que era importante para no decepcionar a la gente”, afirmó.
“Sabemos que acá en La Araucanía están cansados de promesas y que los habitantes de La Araucanía tienen el derecho a vivir en paz, tienen el derecho a salir de la pobreza, tienen el derecho a cuestiones tan básicas como tener agua potable”, añadió el jefe de Estado.
Desde mayo pasado, en la zona rige un estado de excepción constitucional ratificado por el Congreso en 11 oportunidades, herramienta constitucional que permite el despliegue militar en la zona para que ayuden a Carabineros (Policía militarizada) a controlar el orden público, incluyendo vigilancia en las principales carreteras y caminos aledaños.
Durante la visita de Boric se han registrado múltiples ataques incendiarios, algunos de ellos reivindicados por organizaciones radicales como la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), la más relevante del movimiento autonomista mapuche que impulsa una línea de «liberación nacional».
En La Araucanía y otras zonas del sur de Chile existe desde hace décadas una disputa territorial entre el Estado, algunas comunidades mapuche y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas.
El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama las tierras que habitó durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX en un proceso conocido oficialmente como la «Pacificación de La Araucanía» y que ahora pertenecen en su mayoría a empresas forestales.
En este contexto, son frecuentes los ataques incendiarios a maquinaria y predios, y el conflicto ha costado la vida a un gran número de comuneros mapuche a manos de agentes del Estado, registrándose además la muerte de policías y huelgas de hambre de presos indígenas.
EFE