Jerusalén, 21 de junio de 2023.- La milicia libanesa chií Hizbulá ha instalado dos tiendas de campaña sobre la Línea Azul, la linde demarcada por la ONU que separa Israel y Líbano, dentro de la parte israelí, en un gesto insólito que refleja la creciente tensión en esa frontera.
«El asunto es conocido y se está manejando con todas las partes relevantes», confirmó a EFE un portavoz militar del Ejército israelí, que todavía no ha desalojado esos puestos militares instaurados hace dos semanas.
La información ha sido destapada por la emisora pública israelí Kan, citando información filtrada de una reunión a puerta cerrada de un comité de la Knéset (Parlamento israelí), y el Ejército se ha visto obligado a confirmarla.
Fuentes militares aclararon que el movimiento de Hizbulá – visto por Israel como uno de sus principales enemigos y aliado de Irán que controla todo el sur de Líbano- es una provocación y no representa una amenaza seria para el país.
El incidente, según Kan, se discutió la semana pasada en una reunión del gabinete de seguridad, en la que se informó de que las carpas están custodiadas por hasta ocho miembros de Hizbulá armados, pero debido a lo delicado de la cuestión, Israel ha optado de momento por no emprender ninguna acción militar.
En un primer momento, soldados israelíes utilizaron métodos de dispersión de protestas, pero los libaneses no cedieron.
Se trata de la segunda vez que miembros de Hizbulá penetran en territorio israelí en pocos meses, después de que un miliciano cruzara la frontera y recorriera más de 80 kilómetros hasta la población de Megido, donde detonó una bomba que hirió gravemente a un israelí, aunque su intención era «matar más civiles», aseguró el Ejército.
Por el momento, Israel ha optado por tratar diplomáticamente el asunto, mediante la FINUL, la misión de paz de la ONU para el Líbano, instalada en 2006 tras el conflicto bélico entre ambos países, que técnicamente siguen en guerra desde entonces aunque eln 2022 firmaron un inédito acuerdo para limitar su frontera marítima y repartirse los yacimientos de gas de la zona.
Aunque ambos países nunca han tenido relaciones diplomáticas, Israel asegura estar dispuesto a tener una buena relación con las autoridades de Líbano, país sumido en una profunda crisis política y económica, que está dando alas a Hizbulá, que controla cada vez más partes del país más allá del sur.
Los puestos de Hizbulá, custodiadas por hombres armados del grupo, se han ubicado en la zona desmilitarizada que controla la ONU, sobre lo que se considera suelo israelí, a pocos metros de la valla de seguridad levantada por Israel dentro de su territorio.
Israel no oculta desde hace meses su preocupación sobre la creciente presencia de Hizbulá en la Línea Azul, donde ha construido más de 30 puestos militares desde abril de 2022, cada vez más cerca de Israel, confirmaron a EFE fuentes oficiales.
Estos puestos están a menos de 250 metros de la valla de separación israelí, algunos de ellos a menos de 50 metros, y muy cerca de comunidades israelíes, lo que hace que la situación en la frontera sea mucho más volátil y peligrosa que hace un año.
Miembros de Hizbulá utilizan esos puestos para provocar incidentes con las tropas israelíes casi cada día, vigilandoles con binoculares, tomándoles fotos o incluso lanzándoles piedras, provocaciones que aún no representa una amenaza militar grave, pero sí buscan generar fricción, según explicó a EFE un oficial militar en condición de anonimato.
Los miembros de Hizbulá ya no se esconden y su presencia en la Línea Azul es un «fenómeno creciente» en la frontera norte, donde también están cobrando fuerza milicias palestinas de los campos de refugiados del sur, que actúan bajo el control de Hizbulá.
Estas milicias, encabezadas por Hamás y la Yihad Islámica, lanzaron el pasado abril una treintena de cohetes a Israel desde Líbano, en el mayor ataque desde la frontera norte desde la guerra de 2006, algo que ocurrió con la connivencia de Hizbulá, según el estamento militar israelí.
EFE
