Tegucigalpa, 11 noviembre.- Honduras, el tercer país con más contagios del coronavirus SARS-CoV-2 en Centroamérica tras superar los 100.000 casos, cumple este miércoles su octavo mes desde que fueron confirmadas las primeras dos personas con la enfermedad de la covid-19, sin poder bajar la curva de infecciones debido en parte a la reapertura económica.
«Como en otras partes del mundo, lo que hemos visto ante reaperturas económicas (es que) ha habido un incremento de casos, esperamos que no sea tanto la incidencia que lleguemos a tener», dijo a Efe el subdirector del Hospital Escuela en Tegucigalpa, Franklin Gómez.
Honduras entró a finales de septiembre en la segunda fase de un plan de reapertura gradual y ordenada de la actividad económica en varias regiones del país, pese al alto número de contagios.
La última actualización de datos del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) señala que hasta la fecha un total de 100.804 personas se han contagiado del patógeno causante de la covid-19, lo que sitúa a Honduras como el tercer país de Centroamérica con mayor número de enfermos, tan sólo superado por Panamá y Guatemala, que registran 141.302 y 112.811 casos, respectivamente.
Honduras, con 9,5 millones de habitantes, ha procesado 243.725 test en ocho meses. Según médicos de nosocomios públicos, es necesario llegar a las 3.000 pruebas diarias para atajar de mejor forma el coronavirus, una cifra que han prometido las autoridades sanitarias.
Sin embargo, sumando los test que se realizan en el ámbito privado y el público, Honduras no supera las 2.000 pruebas diarias, y en la última semana las pruebas PCR se han reducido a causa de las inundaciones que dejó el huracán Eta en el país.
Sobre las pocas pruebas PCR que se procesan diariamente, Gómez indicó que ha sido «una lucha titánica» que el país tenga acceso a reactivos para realizar los test, así como equipo de bioseguridad necesario, debido a la alta demanda en el mundo.
LA SITUACIÓN SIGUE ALARMANTE EN HONDURAS
Los primeros dos casos de contagio en Honduras fueron confirmados el pasado 11 de marzo, en dos mujeres hondureñas que ingresaron por Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes del país, procedentes de España y Suiza, respectivamente.
Un día después, el Gobierno decretó una «alerta roja» y un toque de queda, que se ha venido prologando desde entonces, y ha aplicado restricciones de movilidad para todo el país de acuerdo al último dígito del carné de identidad o pasaporte, pero esta semana han sido suspendida la medida debido a la emergencia que vive el país por los efectos de Eta.
La situación sigue siendo alarmante en Honduras, donde las autoridades han comenzado a reportar contagios en los albergues en los que permanecen cientos de damnificados que dejó la depresión tropical Eta a su paso por el país centroamericano.
«Con el aparecimiento de un fenómeno natural como el que acabamos de tener con Eta y la exposición masiva en albergues, las personas que no tuvieron la posibilidad de mantener las medidas de bioseguridad, perdieron su casa, posiblemente estemos, en la costa norte, ante un repunte de casos», subrayó Gómez.
La relación de test que han dado positivo por el coronavirus sobre el total de pruebas realizadas en los albergues se ubica en 33 %, dijo la víspera la ministra hondureña de Salud, Alba Consuelo Flores.
Más de 45.000 personas evacuadas o rescatadas están refugiadas en al menos 446 albergues temporales habilitados por el Gobierno, según cifras de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
¿ESTABILIZACIÓN DE CASOS?
El especialista aseguró que el Hospital Escuela, el principal nosocomio de referencia del país, se encuentra en una fase de «estabilización del pico» de la pandemia.
No obstante, médicos que están al frente de la batalla en nosocomios estatales aseguran que la curva de la pandemia sigue en alza, con un incremento de contagios en el interior del país, aunque se han reducido los casos de personas hospitalizadas.
Los esfuerzos de las autoridades se centran ahora por contener los brotes en departamentos como Cortés y Yoro (norte), los más afectados por Eta, que hasta ahora ha dejado cerca de 60 muertos en Honduras, y para ello la titular de Salud anunció el martes la distribución de 100.000 pruebas de antígeno para detectar los infectados.
LA PANDEMIA SEGUIRÁ POR AÑOS
El Gobierno hondureño oficialmente ha contabilizado 2.780 muertes en ocho meses por la covid-19, pero la cifra podría ser mayor debido a la poca capacidad del Laboratorio Nacional de Virología para procesar pruebas PCR.
El subdirector del Hospital Escuela advirtió que la pandemia «no va a parar ahora» y el desarrollo de una vacuna contra la enfermedad «toma mucho tiempo».
«Vamos a tener mucho tiempo más, años probablemente, con estos casos que se están presentando», enfatizó Gómez, quien instó a la población, en especial las personas con enfermedades como diabetes, a cumplir las medidas de bioseguridad.
El experto alertó además la posibilidad de que las autoridades hondureñas puedan retomar las restricciones de movilidad y frenar la reapertura económica para evitar la expansión de la pandemia.