Tegucigalpa, 28 diciembre.- Las autoridades de Honduras decomisaron este año más de 4,5 toneladas de drogas y destruyeron 35 pistas de aterrizaje clandestinas que se presume eran utilizadas por narcotraficantes para llevar sustancias ilegales a México y Estados Unidos, informaron este lunes fuentes oficiales.
Entre enero y lo que va de diciembre, las autoridades hondureñas han decomisado y destruido 3.548 kilos de cocaína y más de 1.000 de marihuana, señaló a periodistas el portavoz de la Policía Militar de Orden Público, Mario Rivera.
«Este año ha sido de intenso trabajo», subrayó Rivera antes de participar en la incineración de 348 kilos de cocaína en las instalaciones de la Policía Militar, en los alrededores de la capital hondureña.
Señaló que la quema de la droga será supervisada por fiscales, efectivos de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico y personal de medicina forense.
Del total de la cocaína incautada este año, 2.938 kilos fueron decomisados en operaciones coordinadas por la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).
El portavoz de la ATIC, Jorge Galindo, dijo a periodistas que las casi tres toneladas de cocaína fueron incautadas en siete avionetas, la mayoría procedente de Suramérica, y dos embarcaciones interceptadas por fuerzas de seguridad.
Las operaciones antidrogas han dejado nueve personas detenidas, quienes están presas por el delito de tráfico de drogas, señaló Galindo.
Las autoridades también han destruido 43.000 arbustos de hoja de coca y un laboratorio supuestamente dedicado a procesar este tipo de droga.
En 2019 las autoridades hondureñas reportaron la incautación de un poco más de cuatro toneladas de drogas y 50.000 plantas de marihuana en varias operaciones, según cifras oficiales.
El portavoz de las Fuerzas Armadas, José Coello, por su parte, dijo a periodistas que este año han sido destruidas 35 pistas de aterrizaje clandestinas que eran utilizadas por los cárteles del narcotráfico para mercadear drogas.
Las pistas han sido destruidas en el marco del escudo aéreo, marítimo y terrestre que las autoridades hondureñas pusieron en marcha en 2014 para reducir el tráfico de drogas procedentes de América del Sur.
Por su posición geográfica, el territorio hondureño es utilizado por narcotraficantes internacionales que envían cargamentos, especialmente de cocaína, a Estados Unidos, en avionetas y embarcaciones rápidas que navegan por el Caribe.