Kinsasa, 27 de enero de 2025.- Cerca de 3.000 presos se fugaron este lunes de la cárcel de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), después de que el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) tomara la ciudad, confirmaron a EFE fuentes locales.
«Se ha producido una fuga de presos de la cárcel central de Goma, que ha sido incendiada, y la gente ha salido en estampida, pisándose unos a otros», dijo a EFE por teléfono una fuente cercana a los servicios de comunicación del gobernador militar de Kivu del Norte, Peter Cirimwami, quien falleció el pasado viernes en el conflicto.
El incendio, según confirmaron medios locales, provocó la muerte de una decena de reclusos, en su mayoría mujeres, así como de un bebé que acompañaba a su madre encarcelada.
Según señaló a EFE esta fuente, que solicitó el anonimato, la situación en Goma es actualmente «confusa» debido a la llegada del M23, que anunció este lunes la toma de la ciudad -fronteriza con Ruanda- tras días de intensos combates con el Ejército congolés y sus milicias alidadas, en los que consiguieron avanzar posiciones.
Goma, explicó, se encuentra en un estado «inusual», con calles «irreconocibles» y todos los comercios y mercados cerrados a la espera de que se restablezca el orden.
«No sabemos qué ocurrirá en los próximos minutos (…). Se siguen oyendo disparos esporádicos hacia el Estadio (de fútbol) de la Unidad. De momento no es seguro salir», añadió.
La escalada del conflicto en el este de la RDC ha intensificado la tensión diplomática entre este país y la vecina Ruanda, pues el Gobierno congoleño retiró a su personal diplomático en Ruanda y ordenó el cese de actividad en la embajada ruandesa en Kinsasa.
Aunque las autoridades ruandesas niegan la presunta colaboración de Kigali con el M23, este extremo ha sido confirmado por las Naciones Unidas.
A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con el grupo rebelde Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundado en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en la RDC para recuperar el poder político en su país, una colaboración también confirmada por la ONU.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte, y en marzo de 2022 el grupo empezó una ofensiva con la captura y pérdida recurrentes de localidades.
Desde entonces, el M23 ha avanzado por varios frentes hasta tomar Goma, capital de unos dos millones de habitantes que es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y que el grupo ya ocupó durante diez días en 2012.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de las Naciones Unidas en el país, Monusco.
EFE