Medellín, Antioquia, Colombia, 8 noviembre de 2024.- Jorge Alberto Carmona Vélez, defensor de derechos humanos y representante legal de la Veeduría Penitenciaria Nacional, ha denunciado haber recibido graves amenazas de muerte a través de mensajes intimidatorios en WhatsApp mientras participaba en un programa radial en Medellín. Las amenazas, que resurgieron después de 12 años de aparente calma, se produjeron el jueves 7 de noviembre, encendiendo nuevamente las alertas sobre la seguridad de Carmona y llevándolo a solicitar protección del Estado para él y su familia.
Carmona es una figura conocida en la defensa de los derechos de las personas privadas de la libertad en Colombia, con una trayectoria de más de 20 años denunciando condiciones inhumanas, corrupción y malos tratos en centros penitenciarios del país, especialmente en Antioquia. En su mensaje de denuncia, explicó que las amenazas ocurrieron mientras participaba en el programa «Voces por la Dignidad de los Presos», un espacio radial dedicado a visibilizar la situación de la población carcelaria. “Recibí amenazas e intimidaciones a través de un mensaje de WhatsApp, lo que después de 12 años sin problemas de seguridad vuelve a encender las alarmas sobre mi integridad física, mi vida y la de mi familia”, declaró Carmona.
En su comunicado, el defensor aseguró que su labor es «humanitaria y en pro de la dignidad y los derechos humanos de toda la población privada de la libertad en Colombia». Sin embargo, afirmó que estos mensajes amenazantes parecen estar vinculados con su continua denuncia sobre los abusos, la corrupción y las fallas del sistema penitenciario, temas que expone regularmente en sus intervenciones públicas.
Carmona ha enfrentado una larga historia de amenazas y atentados debido a su trabajo en derechos humanos. En 2012, sobrevivió milagrosamente a un ataque en el que su vehículo, sin blindaje, fue impactado con 27 disparos mientras circulaba por Bello, Antioquia. “No era un vehículo blindado, quedó como un colador, pero a mí no me pasó nada”, recordó el defensor, quien ha sido blanco de ataques en otras ocasiones, incluyendo otro atentado en 2011 mientras transitaba por el centro de Medellín. A pesar de estos antecedentes de violencia en su contra, la Unidad Nacional de Protección (UNP) retiró su esquema de seguridad en 2016. Carmona señaló que la medida se tomó después de que denunciara a uno de sus escoltas por presuntamente sustraer gasolina del vehículo asignado.
En el comunicado emitido tras las recientes amenazas, Carmona manifestó su intención de continuar su labor a pesar de los riesgos y reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos humanos de la población carcelaria. «Mi único interés en todos estos años de lucha ha sido garantizar la dignidad y la protección de los derechos humanos y constitucionales de los presos en Colombia», puntualizó. Además, pidió a los organismos de seguridad del Estado que se investiguen a fondo estas intimidaciones para identificar a los responsables y detener cualquier intento por silenciar su labor humanitaria.
Al cierre de la declaración, Jorge Carmona reiteró que acudirá a la Fiscalía y activará las rutas de protección para su seguridad y la de su familia, con la esperanza de recibir un respaldo estatal que le permita seguir adelante con su labor. Su trabajo, aseguró, no tiene otra motivación que la de abogar por las condiciones de vida dignas de las personas en situación de reclusión, quienes también, dijo, merecen respeto y protección de sus derechos fundamentales.
A.U.