Barcelona, 5 mar – La junta directiva votó mayoritariamente que hubiese elecciones en la votación a mano alzada que se realizó en la reunión del 21 de febrero de 2020 que se celebró en un restaurante de Sant Joan Despí, cuatro días después de que se publicara en la Cadena SER el caso ‘Barçagate’.
Pero según refleja el sumario de la investigación, al que ha tenido acceso EFE, el entonces presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, presente en la reunión, invalidó la votación alegando que no era una reunión oficial de la junta directiva y que no se levantaría acta de la sesión.
En el informe de los Mossos d’Esquadra estos concluyen que en esa reunión Bartomeu «no habló ni prácticamente intervino».
Además, durante esa reunión los directivos pidieron la suspensión de los ejecutivos Jaume Masferrer, entonces director del área de presidencia; Óscar Grau, director general del club; y Román Gómez-Ponti, jefe de los servicios jurídicos del club.
Y los directivos dijeron que se debía plantear de manera seria «la necesidad de despedir al Sr. Masferrer por la pérdida de confianza de la junta».
«Finalmente, el Sr. Bartomeu medió para que» únicamente «se suspendiera de sueldo y empleo solo al Sr. Masferrer», según el informe policial, hasta tener los resultados de la auditoría externa sobre el caso de PriceWaterHouseCoopers (PwC), la cual se acordó en la reunión de la Comisión Delegada que se celebró dos días antes, el 19 de febrero.
En esta «el Sr. Bartomeu manifestó que confiaba más en el Sr. Grau y el Sr. Masferrer que en los miembros electos de su junta».
Por otro lado, en una reunión privada entre el entonces directivo Enrique Tombas y Grau, el segundo le manifestó al primero que «todo lo que había hecho el Sr. Masferrer con conocimiento del Sr. Bartomeu» y que él «solo había firmado papeles» y que «todo le venía impuesto».