Naciones Unidas, 1 mar– La ONU se mostró este lunes decepcionada por la respuesta de los donantes internacionales, tras recaudar menos de la mitad de los fondos que buscaba para responder a la crisis humanitaria en Yemen y evitar una hambruna.
Naciones Unidas, que organizó hoy una conferencia virtual para reunir fondos, anunció que el total de compromisos logrados es de unos 1.700 millones de dólares, frente a los 3.850 millones que había solicitado.
El secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó en un comunicado que la cantidad sea menor que las prometidas en los últimos dos años y advirtió de que recortar la ayuda supone una “sentencia de muerte” para muchos yemeníes.
“Millones de niños, mujeres y hombres en Yemen necesitan desesperadamente ayuda para vivir”, señaló Guterres, que pidió más ayuda a los donantes y confió en que los 1.700 millones recaudados hoy terminen por ser un “anticipo” de una cantidad final mucho mayor.
El experto en asuntos humanitarios y secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados, Jan Egeland, se declaró también “profundamente decepcionado” por la respuesta de la comunidad internacional.
“Esto supone continuar con recortes masivos a la comida de emergencia, agua, refugio y apoyo médico. Este déficit en ayuda humanitaria se medirá en vidas perdidas”, recalcó en una nota.
La ONU considera necesarios al menos 3.850 millones de dólares para responder este año a la crisis humanitaria en Yemen, que considera la peor en todo el mundo.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), actualmente hay unas 50.000 personas en el país que ya están en situación similar a la hambruna y hasta cinco millones están en peligro inminente de caer en ella.
La agencia de la ONU dijo este lunes que necesita como mínimo 1.900 millones de dólares este año para alimentar a la población del país y volver a evitar una hambruna a gran escala, tal y como se logró en 2018 gracias al apoyo de los donantes.
Para poder mantener sus operaciones hasta julio, el PMA requiere una “inyección inmediata” de 482 millones de dólares, un dinero sin el que se verá obligado a cortar a partir de junio la asistencia alimentaria que da a 1,1 millones de niños y madres, mientras que otros 5 millones de personas podrían sufrir recortes a partir de mayo en las raciones que reciben.
«Este año, casi la mitad de todos los menores de cinco años en el Yemen sufrirán malnutrición aguda», dijo Guterres durante su intervención en la conferencia, en la que apuntó que unos 400.000 niños podrían morir si no son tratados urgentemente.
El jefe de la ONU insistió además en la necesidad de lograr por fin un final negociado de la guerra, pues «hace años que está claro que no hay una solución militar en el Yemen».
«El único camino a la paz es a través de un alto el fuego inmediato en todo el país y una serie de medidas de fomento de la confianza, seguidas de un proceso político inclusivo y liderado por yemeníes bajo los auspicios de Naciones Unidas y apoyado por la comunidad internacional», defendió.
El conflicto armado comenzó en Yemen en 2014, cuando los rebeldes hutíes se alzaron en armas contra el Gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y tomaron la capital, Saná.
En marzo de 2015, la coalición liderada por Arabia Saudí inició su intervención militar en apoyo de Hadi haciendo que la violencia se recrudeciera y la guerra tomara una dimensión regional.