Puerto Príncipe, 14 feb – La oposición haitiana hizo una demostración de fuerza este domingo al reunir en Puerto Príncipe varios miles de personas en una protesta contra el presidente de su país, Jovenel Moise, manifestación donde la violencia se ha cobrado al menos una vida y ha dejado varios heridos.
Esta masiva convocatoria contra la «dictadura» se produce justo una semana después de que, el 7 de febrero, Moise denunciara que la oposición preparaba un golpe de Estado en su contra y anunciase que las autoridades habían realizado una veintena de detenciones, entre ellas la de un juez de la Corte de Casación, máxima instancia judicial de Haití.
Este y otros dos magistrados apoyan la tesis de que el mandato del presidente Moise acabó, precisamente, el 7 de febrero, mientras que el mandatario afirma que le resta un año de gestión y espera celebrar elecciones en septiembre, precedidas de un referéndum para aprobar una nueva Constitución a organizar en abril.
VUELTA A LAS PROTESTAS MASIVAS Y VIOLENTAS
La movilización, con una asistencia exponencialmente superior a las de convocatorias anteriores, que no superaron los pocos centenares de participantes, se tornó violenta más de dos horas después del comienzo de la marcha, cuando se produjeron fuertes enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía.
Un dispositivo de las fuerzas de seguridad estaba apostado a la altura de la zona de Delmas 60, donde respondió con fuego real y gas lacrimógeno a los ataques de los manifestantes, que lanzaban piedras y hasta un neumático de camión contra los agentes.
En ese lugar un hombre resulto herido de bala, mientras que un agente sufrió un impacto en la cara, aunque de escasa consideración.
También hubo un enfrentamiento entre civiles armados que dejó un muerto, cuyo cuerpo se consumía en llamas junto con su motocicleta en Delmas 90, según pudo constatar Efe, que encontró el cadáver aún ardiendo después de que sus ejecutores, no identificados, le prendieran fuego.
DISPAROS CONTRA LA PRENSA
Una vez más, la prensa fue objeto de ataques por parte de la Policía, que disparó contra un grupo de reporteros que tomaban imágenes de cómo los bomberos apagaban las llamas de un vehículo, momento en el que no había ningún manifestante cerca.
Asimismo, junto al hotel Karibe hubo disparos, que cesaron al percatarse los agentes de que se trataba de miembros de la prensa nacional e internacional, sin que en estos dos incidentes hubiera periodistas heridos.
EL RECORRIDO
La marcha, que partió con unos cientos de manifestantes, fue creciendo en cuestión de minutos hasta sumar miles de personas que, desde varios puntos de la capita, convergieron en Carrefour Aéroport, punto de movilización acostumbrado.
Desplazándose a una velocidad considerable, como es habitual para los haitianos en este tipo de acciones, la manifestación se encaminó a las oficinas de Naciones Unidas, donde los opositores entregaron un documento solicitando a la comunidad internacional que retire su apoyo a Moise.
Durante el recorrido, se cantaron consignas contra Moise, contra «la dictadura» así como contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y Estados Unidos, los principales apoyos internacionales del mandatario haitiano.
Tras los incidentes y conforme la marcha avanzaba hacia Pétion Ville, donde está la sede de la ONU, el número de manifestantes fue decreciendo, aunque los que continuaron lo hicieron causando destrozos en vehículos, incluso incendiándolos, al igual que hicieron con cientos de neumáticos, troncos y basura durante todo el periplo.
LA CRISIS
El lunes, un día después de la denuncia de intento de golpe de Estado y de una conspiración para atentar contra el presidente, así como del anuncio de las detenciones, la oposición nombró como «presidente interino» a otro magistrado de la Corte de Casación, Joseph Mécène Jean Louis, quien aceptó el encargo en un vídeo grabado que se difundió ese mismo día.
Las tensiones entre Gobierno y oposición han sumido a Haití en una grave crisis institucional entre el poder Ejecutivo y el Judicial, intensificada por el retiro forzoso de tres jueces acusados de participar en el supuesto golpe de Estado y el nombramiento de tres sustitutos.
Una decisión que, aparentemente, contraviene la Constitución y ha sido criticada incluso por los principales valedores de Moise, al que sí apoyen en su propósito de celebrar elecciones.
El presidente lleva un año gobernando por decreto, desde que en enero de 2020 consideró «disuelto» el Parlamento, debido a que no se pudieron celebrar las elecciones legislativas previstas para otoño de 2019, aplazadas por las constantes protestas antigubernamentales que paralizaron el país en esa época.
Desde el pasado domingo se han producido protestas a diario en Puerto Príncipe, aunque con mucha menor afluencia de manifestantes que la de este domingo.