Río de Janeiro, 13 de marzo de 2023.- Los índices de violencia en Maré, uno de los mayores y más violentos complejos de favelas de Río de Janeiro y en el que actuaba la asesinada concejala Marielle Franco, alcanzaron en 2022 los mismos niveles de 2019, antes de que la pandemia redujera los tiroteos y hasta los operativos policiales.
El año pasado 39 personas murieron tiroteadas en el complejo que reúne 16 favelas en la zona norte de esta ciudad brasileña, en su mayoría víctimas de operaciones policiales, según un informe divulgado este lunes por la ONG «Redes da Maré».
El número es muy superior al de 2021, cuando 22 habitantes murieron víctimas de armas de fuego; duplica al de 2020, cuando se registraron 19 muertes por tiroteos, y se aproxima al de 2019 (49), de acuerdo con el estudio sobre la violencia en este complejo de viviendas que cuenta con 140.000 habitantes.
El estudio fue divulgado como parte de las conmemoraciones, el martes, por los 5 años del asesinato de Marielle Franco, la concejala nacida y criada en Maré que se destacó por su lucha en defensa de los derechos humanos, especialmente de los negros, las mujeres y los homosexuales, y cuya muerte causó conmoción en todo Brasil y protestas en varios países.
De acuerdo con el estudio, 27 de las 39 muertes por armas de fuego registradas el año pasado ocurrieron en operaciones policiales, y en 24 hay indicios de ejecución.
El número de civiles muertos en operaciones policiales en Maré, que llegó a ser de 34 en 2019, cayó a 5 en 2020, pero subió a 11 en 2021 y saltó a 27 en 2022.
«Las operaciones policiales que deberían generar una sensación de seguridad usan la fuerza como único instrumento de intervención y por eso impactan negativamente en la vida de los habitantes», denunció a EFE Camila Barros, investigadora de «Redes da Maré» y una de las autoras del estudio.
PROHIBICIÓN DE OPERACIONES REDUJO LA VIOLENCIA
La violencia en la región tuvo una importante reducción en 2020, cuando, como consecuencia de las restricciones impuestas por la pandemia de la covid-19, la Corte Suprema de Brasil suspendió las operaciones policiales en las favelas de Río.
La decisión, ignorada en algunos momentos, ya no está en vigor, pero la máxima corte determinó que las nuevas operaciones policiales tienen que ser testimoniadas por fiscales y cámaras, reforzadas con equipos médicos y alejadas de escuelas y puestos médicos.
«Esas decisiones fueron sistemáticamente incumplidas», afirmó Barros, según la cual el 62 % de las operaciones policiales del año pasado fueron próximas a escuelas, con riesgo para miles de menores.
El informe indica igualmente que en 2022 se registraron en Maré 283 violaciones de derechos, como invasión de residencias, violencia psicológica, daño al patrimonio, tortura y amenaza, el 91,5 % de las cuales en las operaciones policiales.
Según la ONG, entre 2017 y 2021 este conjunto de favelas registró 159 operaciones policiales y 122 enfrentamientos entre bandas rivales de narcotraficantes que dejaron 196 muertes e interrumpieron por 85 días el funcionamiento de las escuelas y por 113 días el de los puestos de salud.
La Gobernación de Río admite que la policía responde por casi la tercera parte de los homicidios en este estado brasileño.
El total de homicidios en Río de Janeiro cayó un 6 % el año pasado, hasta 4.473 en 2022, su menor nivel desde 1991, pero el número de muertes en intervenciones policiales aumentó desde 1.298 en 2021 hasta 1.327 en 2022.
La violencia policial no es exclusiva de la Maré.
Las tres acciones policiales más letales en la historia de Río se registraron en los dos últimos años: una operación en la favela de Jacarezinho con 27 civiles muertos en mayo de 2021, una en la favela de Vila Cruzeiro con 23 víctimas en mayo de 2022 y una con 17 muertos en el complejo de viviendas Alemao en julio de 2022.
Carlos A. Moreno
EFE
