Nueva Delhi, 9 ene – Unas fotos del primer ministro indio, Narendra Modi, tendido en una playa cual modelo de una campaña para promover el archipiélago de Lakshadweep, han desencadenado una crisis diplomática con la vecina Maldivas y una ola de fervor nacionalista entre millonarios y celebridades.
Modi visitó la semana pasada la región y se dejó fotografiar haciendo esnórquel, con chaleco salvadidas naranja fluorescente incluido, así como dando un bucólico paseo por una de las playas de este paradisíaco archipiélago.
Pero lo que incendió redes sociales e informativos de la India fue la reacción de varios políticos de las vecinas Maldivas que recurrieron a las redes sociales para calificar de «payaso» o «marioneta de Israel» a este líder nacionalista hindú de 73 años.
Estas burlas, vistas desde Nueva Delhi como un ataque a la dignidad de la nación, llegan en el contexto de la victoria el pasado septiembre del presidente maldivo, Mohamed Muizzu, al frente de una campaña para librarse de la influencia india en el archipiélago.
Muizzu se encuentra estos días de visita oficial en China, donde felicitó hoy y en plena tormenta diplomática a Pekín por ser «uno de los aliados más cercanos» de Maldivas.
Tres viceministros maldivos han sido destituidos, según medios de este archipiélago de mayoría musulmana, mientras el Gobierno de Maldivas se disculpaba de forma indirecta por los ataques a Modi.
El incidente provocó también que ambos países vecinos convocasen ayer a los embajadores respectivos en Malé y en Nueva Delhi, mientras Maldivas intenta frenar el boicot contra su industria turística que depende en gran medida de los turistas indios.
Más allá del plano diplomático, la disputa ha provocado un gran fervor nacionalista en la India por Lakshadweep.
«¿Por qué tenemos que tolerar ese odio no provocado? He visitado las Maldivas muchas veces y siempre las he elogiado, pero primero la dignidad. Decidamos #ExploreIndianIslands (explorar islas indias) y apoyemos nuestro propio turismo», publicó en la red social X el actor indio Akshay Kumar, con más de 46 millones de seguidores.
Una de las mayores gestoras en línea de viaje de la India ha decidido que «no aceptará ninguna reserva para Maldivas», informó ayer el cofundador de la plataforma EaseMyTrip, Prashant Pitti, en una declaración en vídeo.
La también poderosa plataforma de viajes india Make my Trip informó de «un aumento del 3.400 % en las búsquedas de Lakshadweep en la plataforma» desde la visita de Modi.
«Este interés en las playas de la India nos ha inspirado a lanzar una campaña ‘Playas de la India’ en la plataforma, con ofertas y descuentos para alentar a los viajeros indios a explorar las impresionantes playas del país», publicó en un mensaje con fotos de la pista de aterrizaje de Lakshadweep.
La Cámara de Comercio India emitió también un comunicado pidiendo a las asociaciones que redirijan los recursos que se usan para promover Maldivas y en lugar de ello «desvíen sus solicitudes hacia Lakshadweep, y Adaman y Nicobar, que son de muchas maneras mucho mejor que Maldivas».
Incluso la embajada de Israel en Nueva Delhi pareció tomar partido en la guerra de los archipiélagos, cuando llamó ayer a «explorar las islas indias», donde el gobierno israelí planea participar en un proyecto de desarrollo.
Lakshadweep, de 35 islas, y Maldivas, de unas 1.000, están ubicadas casi de frente en el Océano Índico. Ambas tienen similares aguas prístinas y paisajes idílicos. Pero, mientras el primero es un territorio casi virgen y solitario, el segundo es conocido por sus esplendidos resorts y complejos desarrollo.
El turismo es la principal fuente de ingresos de Maldivas, con una contribución de casi el 30 % de su producto interior bruto (PIB), y generador de más del 60 % de su flujo de divisas, según datos oficiales.
Al mismo tiempo, la India es la nación que envía el mayor número de visitantes y sus personalidades son promotores estelares del turismo de lujo que promete suites flotando sobre el mar y piscinas infinitas, por lo que un boicot es una amenaza de crisis para la economía del archipiélago país.
Indira Guerrero
EFE