El centro de Medellín es conocido también como la comuna 10, Candelaria. Está situado al centro oriente de la ciudad, tiene una extensión de 73.563 km2, tiene 17 barrios y se estima que su población es de unos 86.220 habitantes, 44.110 mujeres y 42.110 hombres. Es el centro un lugar de paso, por el que diariamente circulan un promedio de 1.200.000 personas.
El Decreto que establece la división político administrativa de la ciudad señala que la comuna 10 está compuesta por cuatro nodos y estos a su vez por los siguientes barrios:
Nodo 1: Chagualo, Jesús Nazareno, Prado, Villa Nueva.
Nodo 2: Estación Villa, Corazón de Jesús, San Benito, Guayaquil.
Nodo 3: Colón, Calle Nueva, Perpetuo Socorro, San Diego, Las Palmas.
Nodo 4: Los Ángeles, Boston, La Candelaria, Bomboná.
Para 2019, en materia de comercio, la comuna 10 registra en promedio 17.000 unidades de comercio, de las 60 mil que hay en Medellín. Quiere decir esto que sigue siendo el territorio con mayor vocación comercial, aun ante el cremiento en esta materia de la comuna 14, El Poblado.
En este artículo no nos referiremos al desempleo que padece esta comuna. Ni a la falta de inversión social, ni a los altos índices de pobreza ni al crecimiento desmesurado del trabajo informal. No.
Haremos referencia a la comuna 10 como el lugar donde se desarrollan las más numerosas actividades delictivas de Medellín. Paradójicamente, es la comuna que más seguridad tiene en la ciudad: tiene la estación Candelaria, la estación 300, el Comando de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, hay más de cien cuadrantes y de las 2.600 cámaras de seguridad instaladas en Medellín, en la comuna 10 hay cerca de 800.
Está la Alpujarra, que alberga a la administración municipal, a la administración departamental, al Concejo, a la Asamblea. También está la Fiscalía, con su búnker en el barrio Caribe, la Procuraduría, el Palacio de Justicia, la Personería, dos batallones del Ejército, etc.
Podemos decir que toda la institucionalidad está en el centro de Medellín. Contrario a la lógica, es también la comuna que más control del crimen urbano tiene, en la que mejor se ubica ese crimen urbano.
Es la comuna donde no solo hacen presencia los aparatos militares de la denominada Oficina del Valle de Aburrá, sino también los poderesos jefes del crimen urbano: jefes poderosos del pagadiario, del tráfico de drogas y del lavado de activos.
Hace una semana, el miércoles 30 de octubre, la Fiscalía General de la Nacion informó sobre un operativo de extinción de dominio a 378 bienes de la banda la Terraza, avaluados en más de $400.000.
La Terraza es una de las agrupaciones criminales más antiguas y peligrosas de Medellín. Muchos de esos bienes incautados son edificios construidos no hace mucho en la comuna 10.
En este centro del Metro, del Tranvía, del Teatro Metropolitano, de Plaza Mayor, de la Alpujarra, la Plaza Botero, es donde cogobiernan 35 agrupaciones Convivir.
Cada sector, cada barrio de la comuna 10 cuenta con la presencia de estas agrupaciones, están en Barrio Triste, en San Benito, Hospital Infantil, Villanueva, Prado Centro, Placita de Flórez, en San Diego, en la Bayadera, en las Palmas, en Carabobo, al lado de la estación Candelaria de la Policía, en Carabobo, en el Palo, en La Playa, en la Avenida Oriental, casi tienen copada la comuna 10, con sus 700 integrantes.
Hoy dicen no llamarse Convivir. Nosotros las seguiremos llamando Convivir, porque ellas tienen relaciones muy fuertes con sectores de la institucionalidad, todavía ejercen esa seguridad semi-legal. Asumen la custodia de los comerciantes y les dan positivos a la Policía y están permanente en actividad.
Tienen “vacunados” a más de 20.000 comerciantes legales afiliados a Fenalco. Tienen “vacunadas” a más de 30.000 personas que hacen comercio informal, que están en el rebusque, también a las personas dedicadas a la prostitución, a la venta de tintos, de fritos, jugos, frutas, minutos a celular, chazas, etc.
Hace unos años dijimos que recibían cada mes $8.900 millones aproximadamente, más de $106.000 millones al año solamente por concepto de “vacuna” o extorsión.
Muchas de ellas trabajan para la Confederación Criminal de Medellín y otras para la Alianza Criminal del Norte y copan militarmente la comuna, protegen a los señores dueños del contrabando, a los señores del tráfico de drogas, a los llamados patrones o señores del pagadiario, como los llaman ellos.
Esta es la realidad que se va a encontrar el alcalde electo Daniel Quintero, es la realidad que no pudo doblegar el alcalde Federico Gutiérrez, que está próximo a terminar su mandato. Es lo que muchos quieren ocultar y que otros no denuncia por miedo.
La joya de la corona está en manos de las Convivir. Por cada sector de las Convivir hay entre dos y tres plazas de vicio. Hay pagadiarios, extorsión, explotación sexual, comercio sexual y algo que no es nuevo, pero que nos llama a la reflexión y a lo que las autoridades no le han prestado atención: migrantes venezolanos, una minoría, porque no son todos, que por fuerza mayor o porque les gusta están involucrados, hoy se encargan de las plazas de vicio, del transporte del bazuco, de entregar la cripa, la marihuana crespa, las ruedas, las metanfetaminas, las ruedas, el tucibí, el poper, de distribuirlos. Y no solo eso, también les dan indicaciones de cómo y en dónde venderlo, dónde se ubican, cómo actuar y también los alertan cuando vienen los policías: los pocos que ejercen vigilancia de verdad y no se han dejado comprar.
Es la realidad, muchos venezolanos hacen parte de las Convivir, tal como está ocurriendo en Altavista, en Belén y en Guayabal.
¿Por qué no se le ha querido decir la verdad a la ciudad? Las Convivir llevan muchos años, más de 20, en el centro, nunca las han desmantelado y por el contrario están fortalecidas. Es lo que tenemos hoy y es lo que recibirá el 1 de enero de 2020 el nuevo alcalde Daniel Quintero y que tendrá que enfrentar no solo con tecnología y más policías. Hace falta inteligencia para desmantelar las Convivir, que tiene más de 700 integrantes en el centro y que por más de dos décadas siguen mandando en la comuna 10, e incluso se han extendido a barrios como Manrique, como el Estadio y a otros lugares.
Esperemos que el nuevo alcalde Daniel Quintero, junto al presidente Iván Duque, junto al Congreso, al nuevo gobernador Aníbal Gaviria, a la Asamblea, sectores sociales, políticos, culturales, busquemos una verdadera ley de sometimiento a la justicia.
Estas Convivir hay que desmantelarlas. Ellas, paralelamente, hacen lo que debería estar haciendo la Policía, brindando seguridad, pero además son las que desangran, con “vacunas”, con extorsión, la comuna 10, centro de Medellín.