Las campañas de concientización frente al uso de la línea única de emergencias del 123 y los protocolos especiales de atención aplicados al funcionamiento de esta herramienta han provocado que no solo mejore el comportamiento de los usuarios, sino que se incremente la eficiencia en la reacción para el cubrimiento de eventualidades en la ciudad.
La más reciente estadística proporcionada por el Sistema Integrado de Emergencias y Seguridad de Medellín revela, este año, que se registraron 290.273 llamadas improcedentes, de broma o equivocadas a la línea del 123, que alteran el tiempo de respuesta en el sistema, lo que demuestra, a pesar de ser muy alta aún la cifra, una reducción del 32.6 % frente al año anterior.
“Por la situación de cuarentena tuvimos serios problemas para atender las emergencias. Hubo picos de más de 103.000 llamadas en un mes, muchas de ellas erradas. Llegamos a tener tiempos de respuesta que incluso superaron los ocho y los diez minutos, pero gracias a las intervenciones tecnológicas que se realizaron, hoy podemos decir que estamos funcionando a plenitud y con tiempos de respuesta de hasta 15 segundos”, dijo el secretario de Seguridad y Convivencia de Medellín, José Gerardo Acevedo Ossa.
La conciencia de la ciudadanía frente a la cuarentena funcionó en este caso y vale recordar que el 123 concentró la atención de emergencias y recepción de alertas por casos de coronavirus.
