Bruselas, 5 de abril de 2024.- Las organizaciones delictivas que operan en España y suponen una mayor amenaza se dedican al tráfico de drogas, al fraude del IVA o a los delitos contra la propiedad, según revela un informe de Europol publicado este viernes, que identifica 821 redes de delincuencia organizada activas en la Unión Europea.
Aunque casi todos los Estados miembros han detectado actividades ligadas al narcotráfico en sus territorios (hay 277 redes en toda la UE), las operaciones se localizan sobre todo, además de en España, en Bélgica, Alemania, Italia y los Países Bajos, indica el informe.
España es además, junto con Francia, Italia, Malta y Portugal uno de los países más afectados por las mafias que cometen robos y hurtos en viviendas y de vehículos de motor.
A esa actividad se dedican 73 de las redes que suponen una mayor amenaza en la UE.
Hay por otra parte unas 125 mafias cuyo negocio gira en torno a la comisión de algún tipo de fraude, incluidos los que se realizan en línea, los relativos a inversiones o los que tienen un componente «amoroso».
De esas organizaciones, 18 están especializadas en fraude del IVA, según Europol, y España y Portugal son los Estados miembros más afectados.
Esas redes suelen tener un control «de principio a fin» sobre sus operaciones y las personas que más participan en ellas son de nacionalidad checa, polaca, portuguesa y española.
Por último, en España también actúan algunas mafias especializadas en los delitos ambientales.
Europol tiene constancia de la existencia de 7 organizaciones de ese tipo en la UE, también activas en Italia o Países Bajos, que cometen delitos relacionados con los residuos y la contaminación.
Otras organizaciones criminales consideradas un peligro en Europa son las dedicadas al tráfico de migrantes (57 redes) y a la trata de personas (55), así como las se dedican a la falsificación (31 de ellas), la extorsión, el tráfico de armas (cinco en cada caso) o la ciberdelincuencia.
El informe analiza también la nacionalidad de los miembros de esas redes.
Aquellas en las que participan españoles están formadas asimismo por personas de otras muchas nacionalidades.
«Cooperan y comparten posiciones clave dentro de las redes con 48 distintas nacionalidades representadas. Sobre todo se encargan del tráfico de drogas (cocaína y cannabis), los delitos ambientales el fraude contra intereses financieros y el lavado de dinero, explica el informe sobre las redes con presencia española.
Aparte de en España, operan en casi 50 países, sobre todo en Bélgica, China, Colombia, Francia, Alemania, Italia, Marruecos, Países Bajos o Portugal.
La directora de Europol, Catherine De Bolle, detalló en rueda de prensa los principales elementos del informe.
«Hemos identificado las 821 redes más amenazantes, que están activas en la UE. Sabemos quiénes son cómo se organizan, cuáles son sus actividades, cómo y dónde operan, con quien cooperan, que otras organizaciones son sus rivales y qué contramedidas utilizan contra la policía y la judicatura», dijo.
De Bolle añadió que el informe «hace visible lo invisible» y explicó que «estas 821 redes y sus 25.000 miembros (…) son capaces de operar en varios países simultáneamente».
Por su parte, el comisario de Justicia, Didier Reynders, apuntó a la «inquietante realidad» que supone el hecho de que jueces, fiscales y «en algunos casos hasta ministros» de algunos Estados miembros se vean amenazados por la delincuencia organizada.
Y dijo que la cuestión más urgente que plantea el informe es si «las fuerzas policiales europeas y los sistemas judiciales son lo suficientemente fuertes y están lo bastante bien equipados como para abordar las amenazas».
El estudio, presentado en Bruselas, se basa en los datos aportados por los Estados miembros de la UE y otros países y es un «paso» para entender cómo funcionan esas redes y cuáles son sus capacidades básicas, indicó Europol.
EFE