San Salvador, 17 marzo.- Los miembros de las pandillas salvadoreñas impiden que las mujeres que sufren algún tipo de violencia machista denuncien los casos para evitar que las autoridades lleguen a los territorios controlados por ellos, así lo señala un estudio de sistematización de datos de violencia presentado este miércoles.
La responsable de la sistematización de datos, Loreña Peña, señaló durante la presentación del documento que las mujeres reciben amenazas por parte de miembros de estas estructuras criminales para que no se alerte a las autoridades de cualquier hecho que ocurra en los lugares donde tienen presencia.
«Las pandillas tiene control en los territorios y esa es una limitante que encontramos para que las mujeres puedan denunciar», dijo Peña.
Además, señaló que en 60 comunidades de 11 municipios (de 232), donde se llevó a cabo la investigación, el 31 % de los agresores de violencia física contra mujeres son pandilleros, el 16 % es la pareja, un 11 % algún familiar, padre biológico o padrastro y un 5 % son agentes de la Policía o elementos de la Fuerza Armada.
El Salvador es asediado por la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18, que también posee la facción Sureños, que poseen unos 60.000 miembros distribuidos en más de 600 células a nivel nacional y a quienes se les atribuyen la mayoría de homicidios que se registran en el país.
Por otra parte, la experta en temas de violencia machista y género apuntó que la violencia generalizada «también es un contexto que agudiza la violencia en contra de las mujeres y la normaliza, porque para tanto muerto diario un feminicidio es algo normal».
Añadió que algunas de las causas por las que las mujeres no denuncian los hechos de violencia sufren, según la investigación, son: la violencia institucional, pocos procesamientos penales, pocas condenas, poco acceso a los tribunales especializados, y abuso de autoridad por parte de las funcionarios.
El estudio de sistematización de mapas de riesgo para las mujeres recoge información de 60 comunidades de los departamentos de Santa Ana, Sonsonate, Ahuachapán, San Salvador y Cuscatlán, y fue impulsado por la organización Las Melidas con el apoyo de la Fundación Mujeres de España.
Se identificaron 383 casos de violencia, entre violencia sexual, feminicida, comunitaria, física, económica y patrimonial y multiple. Y del total de casos el 79,4 % no han sido denunciado.
El objetivo general de la sistematización de mapas de riesgo es contribuir a crear un sistema de prevención de la violencia en contra de las mujeres en comunidades de El Salvador, agregó Peña.
El Salvador es considerado por Amnistía Internacional (AI) como uno de los países más peligrosos para la mujeres por los niveles de feminicidios y de violencia machista que sufren.
En 2020, la cifra de feminicidios registrados por la Policía Nacional Civil (PNC) fue de 70, aproximadamente un 37 % menos que los 111 registrados en 2019. Si el registró del 2020 se compara con 2018, cuando se computaron 232 feminicidios, la caída es del 70 %.
Las cifras oficiales indican que de los 1.322 homicidios registrados en 2020, en el 9,75 % de los casos las víctimas fueron mujeres. EFE
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