Jerusalén, 12 noviembre.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró hoy que Israel obtendrá suministros de la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer a partir de enero, tras mantener él mismo contactos directos con la compañía estadounidense para acordar la firma de un acuerdo.
Israel comenzará a recibir la vacuna en enero, y su suministro «crecerá de un mes a otro», anunció el jefe de Ejecutivo después de la reunión del Gabinete de Coronavirus.
Netanyahu concretó que, tras tener anoche una última conversación con el consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, «se cerraron los últimos obstáculos para firmar un contrato» con la empresa próximamente.
También añadió estar trabajando para conseguir abastecer el país con vacunas elaboradas en otros Estados, y pronosticó que una «cantidad significante» podría «llegar en el primer cuarto de 2021».
Israel tiene pactos de compra con dos empresas que buscan también la vacuna, Arcturus, una pequeña compañía que ha anunciado que podría empezar a distribuirlas en el primer cuarto de 2012, pero que aún está en los primeros estadios de pruebas, y Moderna, que está en la tercera y última fase de pruebas y que en los próximos días podría anunciar algunos resultados de estas.
El Estado judío también desarrolla desde hace tiempo su propia vacuna, y este mes comenzó la fase de pruebas en humanos tras obtener con éxito una respuesta inmunitaria eficaz en animales.
Sanidad tiene el plan de vacunar entre dos y cuatro millones de personas, sobre todo a grupos de riesgo y personal sanitario, una cantidad relativamente baja para las grandes corporaciones, pero sería suficiente para cubrir las necesidades de un país más bien pequeño como Israel, con un total de nueve millones de habitantes.
Por su parte, Pfizer anunció esta semana que su vacuna es eficaz en un 90 %, por encima de lo requerido por los reguladores de Estados Unidos, lo que permite augurar una rápida autorización de emergencia para su puesta a disposición del público.