Túnez, 19 dic – El mes de octubre de 2023 fue el más seco en Túnez desde 1950, con un déficit de lluvias del 96 %, y el segundo más caluroso registrado en estas siete décadas en el país mediterráneo, informó el Instituto Nacional de Meteorología (INM).
El país norteafricano afronta una prolongada sequía, con restricciones de agua desde marzo, aliviada esta última semana por precipitaciones principalmente en las regiones norteñas, aunque los embalses seguían por debajo del 24 % a fecha del 15 de diciembre, según el Observatorio Nacional de Agricultura (Onagri).
El déficit de lluvias en Túnez alcanzó el 94 % entre el 1 de septiembre y el 15 de noviembre y las reservas de agua cayeron más de 36 % con respecto al mismo periodo del año pasado.
Túnez está sometido a un fuerte estrés hídrico debido a los contrastes entre las regiones, con un norte de clima mediterráneo y un sur de clima sahariano, además de los efectos del cambio climático, que se han acrecentado hasta suponer «niveles alarmantes» inferiores a 500 metros cúbicos por año y habitante.
La temperatura media nacional en octubre de 2023 llegó a los 24,3 grados, más de 2,4 grados de lo habitual, en consonancia con las alertas de la agencia meteorológica de la ONU que ha detectado episodios de «calor extremo» en muchas regiones del Norte de África: Túnez, Argelia, Marruecos y Libia.
Las temperaturas máximas de octubre superaron los 35 grados y las mínimas aumentaron en regiones como el Kef, cerca de la frontera con Argelia, y en la ciudad costera de Mahdia, hasta los 14 y 21,6 grados, respectivamente.
Según el INM, la mínima media nacional superó los 18 grados, 1,4 más del promedio de referencia, 16,6.
Organizaciones internacionales advierten de la «extrema» vulnerabilidad del país ante al cambio climático y la inseguridad alimentaria, debido «a los limitados recursos hídricos y la previsión de que las sequías y las altas temperaturas serán cada vez más frecuentes».EFE.