Nueva York, 15 de octubre de 2021 – Una coalición interreligiosa en Pensilvania entregó este viernes una ofrenda de cinco panes y dos peces, la misma cantidad -dijeron- con la que Jesús obró el milagro que se le atribuye de dar de comer a miles de seguidores, al senador demócrata Bob Casey, a quien exigen que apoye la reforma migratoria que daría una ruta a la ciudadanía a millones de indocumentados.
Los religiosos, acompañados por inmigrantes, llegaron hasta el edificio que alberga la oficina del senador federal portando letreros que decían «nuestro sueño americano» o «ahora es el tiempo, todos los hijos de Dios son esenciales» donde entregaron la canasta con panes y peces ya listos para comer.
Pese a que la coalición pidió a la oficina que Casey que los esperara, la oficina permaneció cerrada y la entrega se hizo a agentes de la seguridad del edificio.
De acuerdo con Peter Pademonti, del Movimiento Santuario de Filadelfia, organizador del evento, el primer impulso de los discípulos de Jesucristo de pedir a la gente que se fuera porque no había comida puede compararse con la acción del Congreso de no extender el proyecto de reforma a los 11 millones de indocumentados que se estima hay en el país.
Hasta ahora, sólo unos ocho millones están en esa lista: los beneficiaros del Estatus de Protección Temporal (TPS), los jóvenes traídos al país en su infancia, los trabajadores agrícolas y otros esenciales.
Insistió en que han recurrido a recrear el pasaje bíblico porque es un momento en que se necesita «liderazgo y acción» y es lo que piden al senador federal Casey, del que esperan cumpla su promesa de apoyar el proyecto y pida a la vicepresidenta Kamala Harris que ignore la opinión de Elizabeth MacDonough, funcionaria del Senado que hasta ahora ha bloqueado la tramitación del proyecto de reforma.
Afirmó que los demócratas «han hecho muchas promesas» y que es el momento de cumplirlas porque la gente está «frustrada, enojada y desilusionada».
«Pedimos a Harris que cumpla las promesas que (los demócratas) hicieron a millones de familias el año pasado en las elecciones», dijo un inmigrante, identificado como Andy, frente a una mesa, colocada fuera de la oficina de Casey, en la que había diez canastas con panes.
EFE