Bogotá, 28 enero de 2022.- Las organizaciones sociales de Arauca, que son objetivo en medio de la guerra entre el ELN y las disidencias de las FARC que tiene lugar en este departamento colombiano, pidieron este viernes al Estado que deje de militarizar la región, aborde una respuesta humanitaria y proponga negociaciones.
«Está claro que mientras más se militariza la sociedad civil, se incrementa la violencia en estos territorios, dado que el foco de violencia se ha profundizado», dijeron varias organizaciones sociales de Arauca al leer un comunicado conjunto en el que están adheridas otras ONG.
Estas organizaciones culpan al Gobierno colombiano «de la grave situación de violencia y abandono estatal que atraviesa el pueblo araucano» y hablaron de una «estrategia subrepticia» que busca «en momentos electorales dar guerra para vender seguridad».
Por ello, piden al Gobierno que declare el Estado de Emergencia Humanitaria para Arauca y se proponga un diálogo tanto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) como con el resto de grupos armados.
Entre los organismos que hicieron este llamamiento estaban varios miembros que han tenido que desplazarse a Bogotá de la Organización de Derechos Humanos Joel Sierra, en cuya sede el Frente 28 de disidencias de las FARC hizo explotar el pasado 19 de enero un carro bomba que dejó un muerto.
«El departamento de Arauca viene sumergido en una crisis humanitaria desde hace mucho rato porque el Estado colombiano ha pretendido desde las armas generar esa paz», dijo Gustavo Mejía, portavoz de la Joel Sierra.
En Arauca la tensión entre el ELN y los frente Décimo y Veintiocho de las extintas FARC ha escalado brutalmente desde el comienzo del año y ya hay al menos 34 muertos, aunque organizaciones sociales hablan de 40.
En ese departamento, el ELN y las antiguas FARC ya se enfrentaron en una «guerra de guerrillas» entre 2005 y 2011 que dejó medio millar de civiles muertos y una gran cantidad de bajas en las filas de ambos grupos.
De ahí salió un acuerdo, una especie de «manual de convivencia», donde aceptaron respetar sus territorios y no enfrentarse entre ellos, que se siguió respetando tras la desmovilización de las FARC.
Sin embargo en los últimos meses estos dos frentes, que se cree que están coordinados por las disidencias de alias «Gentil Duarte», han crecido en tamaño y amenazado la hegemonía que tiene el ELN en esta parte del país y en el lado venezolano, donde se calcula que están entre el 60 % y el 70 % de sus efectivos.
EFE