Islamabad, 11 may – Pakistán no permitirá la presencia de bases ni tropas de Estados Unidos en su territorio tras la retirada estadounidense de Afganistán antes del 11 de septiembre, cuando se cumplan veinte años de los ataques que desencadenaron la invasión.
«No tenemos intención de permitir tropas extranjeras en el territorio. Ninguna base extrajera estará presente en Pakistán», afirmó este martes en una rueda de prensa en Islamabad el ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mahmood Qureshi.
En respuesta a la posible presencia de bases aéreas estadounidenses en suelo paquistaní, Qureshi se mostró tajante, aunque reiteró el apoyo de su país al proceso de paz afgano.
«Seremos un socio en la paz y jugaremos un papel de facilitador», dijo Qureshi.
La última fase de la retirada de las tropas extranjeras comenzó oficialmente el 1 de mayo y será completado el próximo 11 de septiembre fecha tras la cual Estados Unidos no tendrá militares sobre el terreno en Afganistán.
Por ello, la posibilidad de que Pakistán acoja bases estadounidenses ha estado en el aire los últimos meses.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, incluso sopesó esa opción durante la campaña electoral de 2019, cuando aún era candidato.
«Podemos prevenir que los Estados Unidos sean víctimas del terrorismo procedente de Afganistán con bases, insistiendo que los paquistaníes proporcionen bases desde las que despegar y movernos», dijo en septiembre de 2019 Biden durante un debate electoral.
Pero Pakistán no parece dispuesto a ello ni lo ha estado durante la última década.
La última gran base aérea estadounidense en suelo paquistaní, situada en Shamsi, en la provincia de Baluchistán, fue evacuada en 2011 tras un bombardeo de la OTAN que causó la muerte de 24 soldados de Pakistán.
Tras ese incidente, Islamabad ordenó el cierre de la base.
Las relaciones entre los dos países no prosperaron durante la presidencia de Donald Trump, quien en 2018 recortó las ayudas de seguridad a Pakistán porque Islamabad no tomaba medidas contra grupos terroristas.
Con la nueva administración las relaciones son una incógnita. Biden no ha mantenido conversaciones telefónicas con el primer ministro, Imran Khan, como sí lo hizo con otros líderes y los contactos entre ambos países han sido mínimos.