Antioquia, Colombia.- La criminalidad urbana y rural es poderosa en el Valle de Aburrá, las autoridades lo saben, sin embargo, tratan de minimizar el control criminal, que se ejerce en más del 80% del territorio de tan importante subregión. Verdades a medias, capturas, decomisos son la forma de ocultar que más de 500 bandas copan veredas, corregimientos, comunas y barrios de la urbe metropolitana.
Se sabe hasta la saciedad del poder que tiene la criminalidad urbana, a la que denominamos “Los Urbanos”, con la intención de agrupar y clasificar a esta lista de grupos armados ilegales que pululan en el Valle de Aburrá y que se expanden a otras subregiones del departamento, bajo la omisión institucional que niega lo que pasa para no darle salidas contundentes a la problemática.
Hay claridad de que el crimen urbano y rural tiene sus tentáculos metidos en los productos de la canasta familiar, como huevos, arepas, carne, lácteos, verduras, gas, entre otros; además, utiliza la protección ilegal para percibir importantes recursos a través de la “vacuna” (extorsión) al transporte público, las tiendas, al sector de la construcción, comercio e industria en general. Todo un negocio lucrativo del cual también depende un sector de las autoridades que percibe ingresos ilícitos. Los sueldos que reciben no son suficientes para vivir en una ciudad y mantener dos familias en sus ciudades de origen: la de sus padres y la de sus esposas e hijos. No se justifica, pero se entiende. Luego esa criminalidad de la que derivan el dinero extra les cobrará a ellos o a sus familias, porque esa es la dinámica de quien está en el delito. Y lo que brindan a cambio de estar en nóminas paralelas es protección oficial o también omisión, pues no son molestados. Ellos ganan, la ciudadanía y la democracia pierden.
Lo anterior es grave, sin embargo, el cobro de los peajes es la cereza que le faltaba al pastel criminal.
Peajes legales y peajes ilegales, los dos desangran a la población
En noviembre de 2021 el gobierno nacional anunció con bombos y platillos que la instalación de 18 peajes nuevos en Colombia, este año 2022, Portafolio anuncia que las 34 estaciones a cargo del Invías actualizaron sus tarifas por un año, en relación al IPC de 2021. Eso significa que vendrá más detrimento en el bolsillo de los colombianos.
Pero no es solo con los “peajes legales” que la ciudadanía pierde plata, también en el Valle de Aburrá se habrían instalado varios peajes ilegales.
A pesar de que la inteligencia estatal al igual que la Policía y Ejército Nacional, reciben importantes recursos económicos y logísticos anualmente para que protejan al país de las amenazas internas y externas, las dos instituciones no han podido percatarse de que a escasos 100 metros del Peaje El Trapiche, en Girardota, existe un desvío muy usado desde hace más de un año en el que se cobra $ 5.000 pesos por cada vehículo que trata de evadir el pago del Peaje legal, a sabiendas que entrará al peaje ilegal, los usuarios que lo hacen dirán que en todo caso es más barato. Podría ser cierto.
Como lo muestra la imagen (en rojo), en dirección de sur a norte y a 100 metros antes de llegar al Peaje Trapiche, hay un desvió a la derecha por el sector de las canteras. Ese desvió permite llegar mucho más adelante del Peaje y de esa manera burlar el cobro del mismo.
Para los vehículos que vienen desde el norte también existe una forma de desviarse hacia el peaje ilegal el cual podría estar en manos de “Los Urbanos” que operan en el norte de la subregión.
Esta modalidad de crear peajes ilegales al lado de los legales se hace casi en las narices de la Policía, podrá decir la Meval o Policía Antioquia que es una fake news, esperemos que al menos gasten algunos recursos en investigar antes de salir presurosos a negar.
No pocas personas han denunciado lo que pasa, las mismas nunca prosperan, el lema oficial es que son “mitos urbanos” tocará preguntar, ¿Qué poder estaría enquistado adentro de la Policía que podría estar protegiendo a la criminalidad que copta estos recursos de los peajes ilegales?
Es imposible que este desvío a escasos metros del peaje la Policía y las autoridades de INVIAS no se dan cuenta de su existencia.
¿Será que hay pago de nómina paralela?
La ciudadanía de la zona norte del Valle de Aburrá y el país en general han rechazado el incremento en los peajes. Muchas personas deciden arriesgarse a fuertes sanciones por este cruce por las canteras.
Pero, ¿cómo es posible que funcione un peaje al parecer perteneciente a de grupos armados urbanos y estén tan cerca de la Policía?
Una respuesta que barajamos, es que podría estar relacionado con algunos funcionarios del Estado que se prestan para estos actos de corrupción. ¿Serán investigadas estas conductas? Obviamente no.
Otro punto en que se ve el peaje ilegal es en la autopista Medellín-Bogotá, sector Manantiales.
Según Denuncias Antioquia, sujetos se estarían haciendo pasar por venteros ambulantes para cobrar el paso a motociclistas por esta zona.
A estas denuncias aquí plasmadas le estaremos haciendo seguimiento, pero es clara la responsabilidad de miembros de la Policía Nacional por acción u omisión.
Dejamos la pregunta abierta a los comandantes de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (Meval) y al del Departamento de Policía Antioquia (Deant). ¿Por qué está sucediendo esto?
El artículo fue publicado inicialmente el 25 de enero de 2022, la Agencia de Prensa Análisis Urbano, tomó la decisión de republicar hoy 10 de marzo debido a que la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, (MEVAL) no ha emprendido ninguna acción para desmantelar la ilegalidad que se mueve en torno a los peajes.
Son muchas las personas afectadas que denuncian que están siendo perjudicadas por este tipo de acciones mezcladas de legalidad e ilegalidad.
Próximamente vamos a publicar un nuevo artículo que mostrará como la institucionalidad en cabeza de la Policía Nacional permite actuaciones ilegales en cuatro puntos diferentes de la ciudad metropolitana, ¿Connivencia u omisión?