Personería lamenta caso de discriminación en un restaurante del sur de Medellín

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La Personería de Medellín, mediante un comunicado, lamentó lo ocurrido en el restaurante El Taquino, en el que un humilde señor que consigue su sustento cantando en las afueras de los restaurantes fue humillado por los propietarios al no permitirle que se sentara en una de las mesas a disfrutar de un almuerzo al cual fue invitado por uno de los comensales que quedó agradecido con la “serenata” que le brindó.

Don José, con una humildad a prueba de todo, pidió que no acusaran de nada a los propietarios del restaurante ubicado en la Calle de la Buena Mesa, que por más de diez le permitieron hacerse en las afueras a cantar. Es decir, durante diez años lo discriminaron, pero él nunca lo supo.

Según la Personería, este es un “hecho lamentable que no debería estar pasando en la capital antioqueña, donde sus habitantes se destacan por la hospitalidad, amabilidad y buena atención. Esta situación nos invita a pensar si de verdad hoy todos somos don José, o por el contrario somos de los que discriminamos, rechazamos y no respetamos la diferencia”.

El ente del Ministerio Público calificó el acto de “inaceptable” y llamó a la reflexión acerca de si estamos educando bien a nuestros hijos y nietos. “Siempre el ejemplo es la mejor estrategia para la formación, y es lamentable que el ejemplo que se dio este lunes 7 de mayo, radica en que hay diferencias y no todos pueden consumir o recibir los productos o servicios de un establecimiento que debe tener las puertas abiertas a todo el público y que en esa función de servir la amabilidad y buena atención deben ir de la mano”.

La agencia estatal destacó la actitud y posición asumida por las personas que se encontraban en el sitio, “donde sus voces de rechazo y negativa a la actitud de los empleados y administradores del restaurante se hicieron sentir y gracias a sus denuncias por las redes sociales todos conocimos esta grave y lamentable situación”.

En el comunicado, la Personería recordó que la discriminación es una clara violación de los Derechos Humanos, y no puede hacer parte de nuestros sitios públicos, de nuestra gente y de nuestras estrategias de atención.

Según el artículo 134A del Código Penal colombiano, adicionado por la Ley 1482 de 2011, “El que arbitrariamente impida, obstruya o restrinja el pleno ejercicio de los derechos de las personas por razón de su raza, nacionalidad, sexo u orientación sexual, incurrirá en prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses y multa de diez (10) a quince (15) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.

Y el artículo 134C introduce las circunstancias de agravación punitiva, que en este caso aplicarían las del numeral uno (La conducta se ejecute en espacio público, establecimiento público o lugar abierto al público) y el cinco (La conducta se dirija contra niño, niña, adolescente, persona de la tercera edad o adulto mayor).

“En nuestra Constitución Política se señala que “todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”, añade la Personería en su escrito.

Finalmente, la Personería destacó la personalidad de don José: “un hombre que en su cara refleja que la vida no ha sido fácil, que como a muchos le ha tocado sufrir y luchar por salir adelante, pero que no deja de ser un gran ser humano, que ante el rechazo al que fue sometido no mostró agresividad, ni su voz en contra de esa situación y por el contrario quiso justificar aquello, que era una clara muestra de irrespeto, discriminación y violación de la igualdad de derechos por su cuestión social y económica”.