Lisboa, 13 enero.- A partir del próximo día 15, y en principio por un mes, Portugal volverá a un confinamiento general similar al que vivió la pasada primavera, aunque esta vez mantendrá todos los centros educativos abiertos, para combatir la tercera ola de la pandemia de covid-19
La medida, que se venía avanzando desde hace una semana, fue aprobada hoy en consejo de ministros y anunciada en rueda de prensa por el primer ministro luso, António Costa, ante una tercera ola que ha disparado la pandemia en Portugal, que hoy superó el medio millón de casos.
«La regla es simple: cada uno de nosotros tiene que quedarse en casa», insistió Costa, que lamentó que Portugal vuelve «adonde estaba en abril».
Los portugueses deberán permanecer en casa excepto para actividades esenciales como trabajar, comprar alimentos o medicamentos, acudir al médico, asistir a ancianos o realizar pequeños paseos o deporte al aire libre.
A estas excepciones se añadirá el día 24 de enero la libertad de movimiento para acudir a votar en las elecciones presidenciales.
El teletrabajo será obligatorio siempre que sea posible y cerrará todo el comercio que no sea esencial -permanecerán abiertos alimentación y farmacias, principalmente-, y la restauración sólo podrá operar con entregas a domicilio y para llevar.
También cerrará el sector cultural y los gimnasios, pero se mantienen las ceremonias religiosas, los servicios públicos presenciales con cita previa, la liga profesional de fútbol y equivalentes -sin público- y siguen abiertos los tribunales, así como los consultorios y los dentistas.
TODA LA ENSEÑANZA, PRESENCIAL
La principal diferencia respecto a primavera está en las escuelas: el año pasado se cerraron, pero esta vez todos los centros educativos permanecerán abiertos y se mantendrá la enseñanza presencial.
«No podemos sacrificar otra vez una generación», dijo el primer ministro portugués, que señaló que, consultados los especialistas y la comunidad educativa, «los pros superan a los contras».
Aun así, se va a realizar una campaña de test de antígenos en las escuelas para identificar y cortar cadenas de transmisión.
Además, se endurecerá el régimen de sanciones y las multas por incumplimiento de las reglas se duplicarán, incluidas las de las empresas que no respeten el teletrabajo o las del uso obligatorio de mascarilla.
El Gobierno también recuperará apoyos a las empresas y los trabajadores que ya puso en marcha en la primera ola, como el acceso automático al régimen de lay-off simplificado a todas las actividades obligadas a cerrar, que permite suspender temporalmente los contratos de empleados.
Todas las medidas serán revisadas dentro de 15 días, cuando acaba la prórroga del estado de emergencia aprobada este miércoles en el Parlamento, pero Costa ya avisó de que están pensadas para durar al menos un mes.
El Parlamento tendrá entonces que volver a renovar el estado de emergencia, el nivel de alerta más grave, ya que la Constitución sólo permite hacerlo por un período máximo de 15 días.
TERCERA OLA DISPARADA
El confinamiento llega en el momento «más peligroso» de la pandemia, avisó Costa, que recordó las cifras que el país ha registrado en los últimos días.
Portugal superó hoy el medio millón de casos de covid-19, en una jornada en la que se notificaron 10.556 contagios y 156 fallecidos, nuevos máximos de toda la pandemia.
El país, con 10 millones de habitantes, acumula 8.236 muertos y seis días consecutivos por encima del centenar diario.
En los hospitales la situación es muy complicada, ya que el número de ingresados no ha dejado de crecer desde que empezó 2021 y muchos centros ya están en el último nivel del plan de contingencia e incluso han tenido que trasladar a pacientes a otros establecimientos.
La ministra de Salud, Marta Temido, envió hoy un despacho a todos los hospitales para que suspendan la actividad no urgente y se aplacen todas las cirugías de prioridad normal o prioritaria siempre que no impliquen un riesgo para el enfermo, incluidas las oncológicas.
El Gobierno espera que profesionales sanitarios, así como los ancianos en residencias y sus trabajadores, estén «totalmente inmunizados» con la vacuna en marzo.
Paula Fernández