Este viernes 18 de enero, en alocución presidencial, Iván Duque Márquez informó que su Gobierno rompe oficialmente los diálogos de paz con el Eln y pidió al Gobierno de Cuba hacer efectivas las órdenes de captura contra la delegación de ese grupo subversivo que permanece en ese país y advirtió que denunciará a cualquier Estado que proteja a los miembros de ese grupo terrorista.
Tras la reunión del Consejo de Seguridad Nacional y luego de dialogar con líderes de la comunidad internacional, Duque decidió de manera vehemente ordenar el levantamiento de la suspensión de las órdenes de captura contra los 10 miembros de la delegación de diálogos del Eln en Cuba y activó las circulares rojas de Interpol para capturarlos.
En ese sentido, explicó que esta medida significa “la terminación inmediata de todos los beneficios otorgados a ellos (los delegados del Eln) en el pasado por el Estado, y la activación de las circulares rojas de la Interpol”.
La determinación significa, por lo tanto, la terminación de los diálogos de paz con esa guerrilla. La decisión del Jefe de Estado se genera luego de conocer los resultados de las investigaciones de las autoridades que señalan al grupo armado ilegal Eln como el responsable del acto terrorista que cobró la vida de 20 alumnos de la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander, en Bogotá.
“Para toda Colombia, hoy, es claro que el Eln no tiene ninguna genuina voluntad de paz. No existe ninguna ideología, ni causa que justifique la sevicia de ayer (el jueves 17 de enero), contra la juventud colombiana, que justifique el asesinato de otro ser humano, que justifique las extorsiones y otros delitos como el ‘ecocidio’ perpetrado por décadas en nuestro país”, afirmó el Mandatario con contundencia.
Al mismo tiempo, el Presidente anunció una persecución sin contemplaciones contra ese grupo armado ilegal. “Continuaremos la persecución contra este grupo, con todas las capacidades ofensivas y sancionatorias del Estado. Perseguiremos sus bienes, quitándoles el dominio y llevando a sus testaferros ante la justicia”, agregó.
Puntualizó que “seguiremos siendo implacables para desmontar las estructuras del narcotráfico, la extorsión, la minería ilegal y el contrabando” del Eln.
Igualmente, el Mandatario informó que su Gobierno fortalecerá la desmovilización individual para que miembros del Eln, que genuinamente le apuesten a dejar la violencia, tengan una ruta de regreso a la civilidad.
Al anunciar la serie de medidas contra ese grupo terrorista, el Presidente dijo que si realmente quiere la paz, lo debe demostrar al país con hechos concretos: la liberación inmediata de todos los secuestrados y el fin de todas las acciones delictivas.
“Somos conscientes de que estas decisiones traen implicaciones y desafíos para toda Colombia, pero a los colombianos nunca nos ha tocado fácil y siempre hemos superado los obstáculos. Esta no será la excepción y no nos vamos a dejar intimidar por el terrorismo”, aseveró.
Afirmó que si bien la Constitución Política ratifica la paz como “un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”, el país rechaza la violencia, repudia el terrorismo y cree en la legalidad como el principal cimiento para el disfrute de la paz.
“Esta construcción (de paz), que es el objetivo de toda nuestra sociedad, florece en un marco de legalidad, con justicia y seguridad. Y es mi deber constitucional proteger la vida, la honra y los bienes de todos los colombianos”, concluyó.
Basta ya
“¡Basta ya, señores del Eln, basta ya de muertes, basta ya de secuestros y de atentados contra el medio ambiente. Colombia les dice: basta!”, dijo Duque en su intervención ante todo el país, pocas horas después del atentado terrorista que cobró la vida de 20 cadetes de la Policía Nacional.
El presidente señaló que los “registros oficiales muestran que 5.682 ciudadanos inocentes han sido secuestrados por el Eln en los últimos 23 años; esto es, 247 secuestrados al año, y alrededor de dos personas cada tres días”.
En ese orden de ideas, el Jefe del Estado aseveró que “el Eln es y ha sido una máquina criminal de secuestros y atentados”.
Manifestó que la lista de atentados terroristas, secuestros y crímenes “es bien conocida por todos los colombianos”.
Recordó que desde “el vil ataque” al oleoducto en Machuca (Antioquia), que hace 20 años cobró la vida de 78 colombianos, hasta los estudiantes de la Escuela General Santander, este jueves, “muestran el innegable hilo conductor que los guía, que no es otro que el desprecio a la vida”.
De forma vehemente, el presidente Duque aseveró que Colombia y la comunidad internacional “le exigen nuevamente al Eln la liberación total e incondicional de los secuestrados, a los que hoy mantiene alejados de sus seres queridos”.
También le exigen –continuó–, “el cese de las actividades delincuenciales contra la vida y la libertad de los colombianos y contra la infraestructura vital de nuestra nación”.
No hemos bajado la guardia
El Mandatario puso de presente que durante los 17 meses de diálogo entre la administración anterior y el Eln, este grupo perpetró “400 acciones terroristas en 13 departamentos, dejando 339 víctimas y más de 100 asesinatos”.
Señaló que en lo corrido de su Gobierno, esa organización ilegal “ha pretendido” continuar con sus actividades criminales, “asesinando a líderes sociales”.
Subrayó que no obstante “los incesantes pedidos de familias indefensas, se han negado a proveer la mínima información humanitaria sobre los 16 secuestrados que hoy tienen en su poder y de quienes no se conoce ninguna información”.
“No hemos bajado la guardia”, sostuvo y agregó que “hemos capturado 385 de sus miembros y se han registrado más de 148 desmovilizaciones individuales”.
Recalcó que la paz no puede ser producto del “chantaje criminal” y enfatizó que debe construirse “sin premiar ni legitimar a los criminales”.
Finalmente, el Presidente afirmó que se combatirá al terrorismo “solo con la ley, pero con todo el peso de ella”.