Hace 15 años, miles de víctimas proclamamos el surgimiento del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado como forma de enfrentar la impunidad y el olvido, exigiendo el reconocimiento de la criminalidad de Estado como un fenómeno real y de grandes dimensiones, en el que se encuentran involucrados agentes estatales, empresarios, multinacionales, elites políticas y funcionarios judiciales.
Este 6 de marzo unimos esfuerzos para que Nunca Más se cometan crímenes de Estado, afrontemos las políticas de censura, negacionismo y encubrimiento de las responsabilidades de quiénes ordenaron y ejecutaron asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, desplazamientos, despojos, torturas y exilios en más de seis décadas.
Pese a las grandes esperanzas depositadas en la firma del Acuerdo de Paz, las víctimas de crímenes de Estado vemos un escenario sombrío en su implementación por la falta de voluntad política del Gobierno de Iván Duque para incumplir con lo pactado y, por el contrario, imponer políticas guerreristas que justifican la generalización de la violencia estatal contra los liderazgos sociales que trabajan por la paz y las comunidades que se oponen a la expansión de proyectos minero-energéticos en sus territorios.
Después de 15 años las víctimas no renunciaremos a preguntarnos ¿Quién dio la orden? cuáles fueron las razones y los móviles para reprimir a amplios sectores sociales opuestos al Establecimiento, de qué manera se impuso un modelo de muerte orientado hacia el latifundio y el extractivismo, por qué se perpetúan prácticas de persecución, estigmatización y exterminio a los liderazgos sociales, privilegiando las respuestas militares en lugar de la salida política y negociada del mismo.
Las víctimas queremos respuestas y garantías para exigir los derechos a la libertad de expresión y a la verdad sobre los máximos responsables que ordenaron la perpetuación de más 5.763 ejecuciones extrajudiciales, 120.000 desapariciones forzadas, 7,7 millones de desplazamientos forzados y más de 700 asesinatos a líderes y lideresas y 185 excombatientes después de la firma del Acuerdo de Paz.
Nuestra apuesta es por la memoria y la verdad de las víctimas, aun en un contexto en el que la dirección del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) ha tomado un rumbo desafortunado e insiste en escribir la historia con los victimarios.
La memoria sigue en disputa: los militares continúan sin reconocer y aportar a la verdad plena sobre los hechos por los que se encuentran investigados relacionados con graves violaciones a los derechos humanos; continúan los ascensos de oficiales del Ejército Nacional y de Policía que están presuntamente comprometidos en casos de ejecuciones extrajudiciales; continúa desconociéndose el papel determinante de los financiadores de la perpetuación de la violencia sociopolítica y el conflicto armado y, por el contrario, instituciones como el CNMH promueve convenios con gremios ganaderos históricamente cuestionados por auspiciar el paramilitarismo.
Miembros de las autodefensas Salvatore Mancuso Gómez y Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna manifestaron bajo juramento que Jorge Aníbal Visbal, expresidente de Fedegán habría participado de la financiación del paramilitarismo. El trato que al parecer pactaron fue el de recibir seguridad a cambio del pago de cuotas.
Por todo lo anterior, las víctimas de crímenes de Estado de 23 regiones del país nos encontramos este 5 y 6 de marzo de 2020, para para exigir que se investigue y sancione a los máximos responsables y que se reconozcan los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación y no repetición.
Nuestro encuentro también le rinde homenaje a la vida de cientos de compañeros y compañeras del Movice que han sido y siguen siendo amenazados, estigmatizados, perseguidos y asesinados por la lucha de los derechos de las víctimas. Por ello, el “Encuentro Nacional de Víctimas contra el negacionismo de Estado” es también la conmemoración de la lucha de Rogelio Martínez Mercado, compañero del capítulo Sucre asesinado el 18 de mayo de 2010 en la finca La Alemania, en San Onofre. Hoy en este Encuentro recordamos su papel en el regreso de alrededor de 50 familias a La Alemania, finca que había sido despojada y convertida en base paramilitar.
Esperamos que las más de 200 víctimas de Crímenes de Estado, que acogieron el llamado contra el negacionismo y la censura, afiancemos y abramos espacios conjuntos que permitan preservar la verdad y luchar contra los discursos y las pinturas que pretenden ocultarla. El Movice y la sociedad colombiana no dejará de preguntarse ¿Quién dio la orden?
