Dubái, 11 de diciembre de 2023.- La exigencia de que el documento final de la cumbre del clima de la ONU (COP28) recoja «responsabilidades explícitas» para los países desarrollados a la hora de financiar a las naciones en desarrollo para que puedan adaptarse al cambio climático es el principal escollo para el progreso de las negociaciones.
Así lo indicaron hoy a EFE fuentes conocedoras de un proceso que se realiza a puerta cerrada y que pese a los «retrasos» y el «hecho de que existe desconfianza entre países desarrollados y en desarrollo por la falta de cumplimiento de promesas», puede avanzar «en cualquier momento» y destrabarse incluso este mismo lunes.
Según dijeron las fuentes, el objetivo de adaptación -las medidas que hay que tomar para adecuar economías, sociedades y políticas a la emergencia climática- tiene cuatro principales puntos de conflicto, siempre entre dos bloques: los países desarrollados, por un lado, y los países en desarrollo, por otro.
«El preámbulo del documento está siendo problemático, pues se busca que se mencione cuanta y cual es la responsabilidad de los desarrollados a la hora de dar apoyo a la adaptación. Los países en desarrollo quieren reflejar que no hay recursos», indicó la fuente.
Además, en un tema clave en todos los puntos de debate, quieren que se refuerce y que aparezcan reflejadas medidas para recuperar la confianza, ante los repetidos incumplimientos de los desarrollados de sus compromisos climáticos.
También hay divergencias «técnicas» para establecer «metas y porcentajes» de apoyo.
Sin embargo, el tema más complejo de resolver parece ser «cuánto se exige».
«Los países en desarrollo piden que el texto sea explícito. Siempre se entiende que se parte de la desconfianza. Y uno de los grandes puntos es que haya varias formas de financiación, no solo pública, cómo piden los desarrollados», añadió.
En este tema hay varias aristas, como por ejemplo «analizar lo complicado que es asegurar cuánto es el mínimo que se necesita para los objetivos de adaptación. Falta una métrica, tiene que haber ciencia que lo respalde. Y todo tiene que ser transparente».
«Los desarrollados exigen en este aspecto que haya un robusto esquema de gobernanza y que quede claro qué se paga, asegurar que vaya a objetivos climáticos concretos. Vamos, que se gaste bien el dinero. Los no desarrollados reclaman la urgencia de activar fondos y, una vez más, recibir confianza», señaló.
Sin embargo, la fuente aseveró que dado el tenor de las discusiones, «sería un error pensar que está complicada la resolución» de la negociación y adelantó que «en muchas de las partes puede haber dosis de estrategia» en sus posiciones.
«Nada está aislado aquí. Todo se vincula con otras decisiones. El Balance Global es clave y muchos cambiarán cuando vean el paquete completo. Eso debería pasar hoy, lo que también forma parte de las dinámicas normales dentro de la COP28», señaló.
En ese sentido, la fuente apuntó que su percepción es que «hay esperanza de un acuerdo» y que hay señales que lo indican, como el hecho de que se sienta en las reuniones de negociadores la «presión» del exterior, particularmente la de los medios.
«Ahora el movimiento es muy rápido, puede destrabarse hoy», culminó.
EFE