En tragedia terminó un bingo que se realizó entre la noche del pasado domingo 24 de marzo y la madrugada del lunes festivo en el barrio Mirador de Calasanz, en el occidente de Medellín, jurisdicción de la comuna 13, San Javier, a la altura de la carrera 90 con calle 57.
La versión que cobra fuerza es la siguiente. Se trató de una reunión comunitaria en la que se estaban recogiendo fondos. El bingo bailable se inició a eso de las 8 de la noche del pasado domingo. Todos los presentes, más de cien personas, se animaron, tomaron bebidas embriagantes y pusieron la música a todo volumen. Todo iba bien, pero la bulla molestó a los vecinos, que decidieron llamar a la Policía.
Cuando llegó la patrulla del cuadrante a pedirles que le bajaran al volumen, algunos hombres reaccionaron de manera violenta contra la autoridad. En segundos hubo intento de asonada y entre quienes apoyaban la autoridad y quienes querían que se fueran los agentes se formó un tropel.
Todo empeoró cuando de los insultos y los gritos se pasó a las vías de hecho. Los involucrados sacaron puñales, se lanzaron botellas y se causaron heridas que para dos de ellos resultaron fatales.
El coronel Pablo Ferney Ruiz Garzón, subcomandante de la Policía Metropolitana, lamentó que la intolerancia haya cobrado la vida de estas dos personas. “La intolerancia y la ingesta incontrolada de licor es el causante de esta tragedia. Hubo una asonada múltiple hacia la Policía que pretendía mantener el orden”, dijo.
A las 2:13 de la mañana se realizó la inspección técnica a los cadáveres de José Edison Palacios Moya, de 18 años, y de John Freddy Mosquera Rivas, de 19 años. Los lesionados, al parecer, son siete, algunos con heridas menores. También resultaron heridos algunos uniformados, sin gravedad. Todos fueron trasladados al hospital Pablo Tobón Uribe.
