Medellín, Colombia, 14 agosto de 2022.- Hoy, el segundo domingo de Feria de Flores, hay seis familias llorando a sus parientes, quienes fueron asesinados en Medellín el sábado 13 de agosto de 2022. Para ellas no hay fiesta ni valen los argumentos sobre reducción de homicidios.
En las comunas 2 (Santa Cruz), 7 (Robledo), 10 (Candelaria), 11 (Laureles) y el corregimiento San Cristóbal, seis personas, entre ellas una mujer, fueron atacadas a puñal y a bala.
Cualquiera pensaría que, al ocurrir en plena Feria, se trataría de un asunto de intolerancia. Que tal vez no sabemos celebrar. Que la Policía no tiene cómo ni por qué saber cuándo y dónde van a ocurrir los asesinatos y, por tanto, no se le puede culpar. Entonces, todo normal.
MAPA INTERACTIVO SOBRE LOS GRUPOS ILEGALES ARMADOS QUE OPERAN EN MEDELLÍN
Pero no. Del presupuesto invertido en esa institución, que requiere un cambio urgente, se destina un rubro para inteligencia. Y se entiende que esa “inteligencia” es para evitar que ocurran asesinatos, hurtos, extorsiones. No obstante, son los delitos que más víctimas cobran a diario en la ciudad.
No quisiéramos referirnos a la Sijín, que nos han dicho exintegrantes de ese cuerpo policial “es la banda más grande que hay en Medellín, más que la Oficina o la gente de Bello. La Sijín cobra vacuna a los combos, imagínese”. No, nos queremos imaginar. Creemos sí, que se requiere pronto de una reestructuración de esa seccional de investigación. Baste decir que los golpes más importantes a la delincuencia en Medellín los ha propinado la Dijín, que tiene que venir desde Bogotá a desmantelar estructuras y capturar cabecillas. De la Sijín, muy poco hay para destacar. Mejor callar.
Se volvió costumbre que, al llamar a la Policía para advertirle de una riña, de una acción que puede derivar en tragedia, un servidor del otro lado responda: “llame cuando haya muertos”. Es una institución indolente.
También es recurrente leer en los comunicados de la Policía: “la rápida reacción de los agentes permitió la captura del asesino” …, cuando lo que ocurrió es que se hizo un llamado previo, con carácter urgente, para que el sujeto no asesinara a la dama. ¿Cuál rápida reacción? Se trata de proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares. Es lo que dice la Constitución en su artículo segundo. Letra muerta.
Como muertas están esas seis personas: tres atacadas a puñal y tres con arma de fuego. Si la Policía hiciera bien su trabajo, nadie estuviera por ahí armado con puñales, cuchillos y armas de fuego.
A los uniformados, que se ven a diario chateando en su celular, les pedimos que, cuando les quede un tiempito libre, por favor cuiden a los ciudadanos. Es una labor que les ordena la Constitución, es uno de los fines esenciales del Estado para los cuales se hicieron contar en la Policía y que juraron obligarse a ejecutar. La seguridad no funciona. La Policía duerme.
Si la inteligencia policial hiciera con eficiencia su trabajo, sabría que los homicidios del sábado se registraron en zonas con elevada tendencia homicida y se hubiesen podido evitar.
En la comuna 10, Candelaria o centro de Medellín, por ejemplo, fueron atacados a puñal este sábado el albañil Pedro Benito Escobar Cuesta, de 43 años, y Marlon Alejandro Hurtado, un hombre de 27 años aproximadamente y en aparente situación de calle.
En Candelaria se han cometido 51 asesinatos en este 2022. Es, de lejos, la comuna más violenta de Medellín. El puñal es el arma preferida por los mercenarios para cometer asesinatos. Un ejemplo de ello es la muerte de Juan Daniel Ospina Serna, de 27 años, apuñalado el 28 de enero de este año en la carrera 56C con calle 49. Dos sujetos armados con puñal lo atacaron en horas de la tarde. Fueron contratados por alias Gafas por disputas internas en las denominadas Convivir, relacionadas con la venta de estupefacientes y el cobro de extorsiones.
El portal de noticias Análisis Urbano y la ONG Corpades tienen en sus registros investigativos que en la comuna 10, las 43 estructuras criminales denominadas Convivir, conformadas por diferentes bandas de la ciudad, tienen el dominio territorial y el control social de esa zona, pagan a policías para que las dejen trabajar y cobran vacuna a comerciantes, conductores y a combos que delinquen en allí. El dinero que recaudan mensualmente es cercano a los $13 mil millones.
MAPA INTERACTIVO DE LAS 43 CONVIVIR QUE OPERAN EN LA COMUNA 10, CENTRO O CANDELARIA, LA MÁS PELIGROSA DE MEDELLÍN
Según Medellín Cómo Vamos, en el año 2020 había 97.534 empresas legales en la capital antioqueña y, de esas, 19.149 estaban en el centro. En promedio, la mitad de ellas pagan vacuna, es decir, 9.575, lo que representa 479 millones de pesos al mes, si la extorsión fuese de $50.000, para un total de 5 mil 745 millones de pesos al año. Sin embargo, las Convivir también cobran extorsión a los transportadores y a los comerciantes informales y las tarifas varían.
Teniendo en cuenta esas variables, las Convivir recaudan por extorsión entre 40.000 millones de pesos y 160.000 millones de pesos anualmente. Esto sin contar los ingresos por la venta de narcóticos. Todos saben de ese negocio de tan copiosas dimensiones, menos la Policía, claro está.
La comuna 7, Robledo, con 20 homicidios en 2022, la comuna 11, Laureles, con 13 asesinatos, y el corregimiento San Cristóbal, con 12 casos este año, hacen parte de los territorios dominados por los Pesebreros, al igual que San Javier.
Los Pesebreros estaban ligados a la estructura ilegal de la Terraza y asociados a la Oficina de San Pablo, ellos hacían parte de la Confederación Criminal de Medellín, una de las dos líneas militares de la Oficina del Valle de Aburrá o Los Urbanos, que tiene en la Alianza Criminal del Norte su otra línea militar.
En la actualidad hay una ruptura adentro de la Terraza que ha llevado a que uno de sus sectores armados constituya al lado de los Pesebreros y otras bandas de menor poder de fuego la llamada La Nueva Oficina de Occidente que opera en el corregimiento de San Cristóbal, Robledo, sectores de la comuna 12 y 13 de la ciudad
La cifra de desaparecidos en la zona de la Oficina de Occidente va en ascenso, las extorsiones, el monopolio en la venta de huevos, arepas y el gas, así como el sicariato, también afectan a comerciantes, conductores y residentes de la parte noroccidental de Medellín. Inteligencia no sabe esto.
ASÍ DOMINAN A MEDELLÍN LAS DOS LÍNEAS MILITARES DE LA OFICINA DEL VALLE DE ABURRÁ, LA NUEVA OFICINA DE OCCIDENTE, LAS BANDAS INDEPENDIENTES Y LAS AGC
Este sábado 13 fue asesinado Esnéider Grajales López, de 23 años, en un parque de la calle 83 con carrera 74, barrio López de Mesa, de la comuna 7, Robledo. La víctima llegó al lugar en una moto y esperaba a alguien cuando fue abordado por sicarios motorizados.
En el corregimiento San Cristóbal, en Pajarito, denominada “área de expansión” por las autoridades, a las 10 de la noche fue baleada una mujer de entre 25 y 30 años, de quien no trascendió su identidad.
Y en Laureles, comuna 11, barrio Los Colores, fue atacado a tiros Edinson Piedrahita Correa. Pasó a las 8 de la noche. Este hombre de 41 años, al parecer, estaba cometiendo un hurto con un compinche en un establecimiento comercial. Uno de los presentes en el sitio desenfundó un arma y les disparó, impactando al ahora occiso.
Finalmente, en Santa Cruz, comuna 2 de Medellín, donde se han perpetrado 5 asesinatos este año, fue apuñalado Hernando Londoño Valencia, de 55 años. Ocurrió a las 10:35 de la mañana en el barrio La Francia. Al parecer, Londoño Valencia estuvo discutiendo con una mujer, algo que no le gustó al esposo de ella, que lo atacó con un arma cortopunzante. El agresor fue capturado.
MAPA INTERACTIVO DE ANTIOQUIA: PRESENCIA DE GRUPOS ILEGALES ARMADOS
