Lisboa, 4 febrero.- Portugal volvió a registrar hoy una reducción en los principales indicadores de la pandemia de covid-19, con 7.914 contagios y 225 muertes, y encadena cuatro días consecutivos de caídas en el número de casos activos.
Después de liderar los «rankings» mundiales, el confinamiento decretado el 15 de enero y las restricciones adicionales aprobadas desde entonces empiezan a notarse en el país, donde han fallecido 13.482 personas desde marzo.
Este jueves se notificaron 225 óbitos, el cuarto día consecutivo de caídas y significativamente por debajo del récord de 303 muertes diarias que se alcanzó la pasada semana.
Los contagios también bajaron y suponen menos de la mitad que el dato de hace justo una semana, cuando se superó la cifra récord de 16.000 infecciones.
Desde que estalló la pandemia se han notificado 748.858 positivos, de los cuales 161.442 siguen activos.
Cayó igualmente el número de hospitalizados, que asciende a 6.496 (188 menos que ayer), de los cuales 863 están en unidades de cuidados intensivos (14 menos).
Aun así, la situación en los hospitales sigue siendo complicada, como muestra la llegada ayer miércoles de un contingente militar médico de Alemania para ayudar en un hospital privado de Lisboa.
UN MILITAR AL FRENTE DE LA VACUNACIÓN
El plan de vacunación de Portugal sufrió un revés el miércoles con la dimisión de su coordinador, Francisco Ramos, que renunció al cargo después de detectar irregularidades en la selección de los sanitarios que debían ser vacunados en el Hospital da Cruz Vermelha de Lisboa, donde preside la comisión ejecutiva.
El Ministerio de Salud ha nombrado como nuevo coordinador a un militar, el vicealmirante Henrique Gouveia e Melo, que hoy prometió «endurecer» el control aunque los casos de vacunación indebida detectados en el país.
«Claro que vamos a endurecer más las reglas, endurecer el control también es importante, y también lo es la concienciación de las personas que están en el proceso», dijo en sus primeras declaraciones tras su nombramiento.
La directora general de Salud, Graça Freitas, aseguró este jueves en declaraciones a periodistas que 360.000 personas -en un país de algo más de 10 millones de habitantes- ya han recibido al menos una dosis «y se ha vacunado a más porque no han llegado más vacunas».
ALCALDES CONTRA EL CIERRE FRONTERIZO
Junto al confinamiento, siguen en vigor al menos hasta el 14 de febrero los controles en la frontera terrestre con España, medida que no ha gustado a los alcaldes de los municipios de la Raya, cuya economía depende mucho de las relaciones con el país vecino.
Regidores de ambos lados de la frontera mantuvieron hoy un encuentro para mostrar su disconformidad con el cierre, que sólo permite cruzar la frontera en casos muy excepcionales, como trabajadores transfronterizos, transporte de mercancías o servicios de emergencias.
La medida «no supone ningún beneficio para controlar la expansión del virus y constituye una pérdida muy fuerte para la economía de la zona», denunció a EFE Antonio Machado, alcalde de la lusa Almeida. Los regidores también critican la escasez de pasos fronterizos autorizados, que complican el día a día de los trabajadores trasnacionales