Cansados estamos de la actuación deshonesta de nuestros dirigentes políticos y económicos para que dicho proceder se enquiste ahora en el deporte que mueve multitudes; es necesaria una profunda reflexión al respecto, porque esos no son los modelos de comportamiento que quisiera como ejemplo para nuestros hijos, es hora de rescatar los verdaderos valores que han hecho grande a nuestra nación.
La ONG Corpades y la Agencia de Prensa Análisis Urbano rechazan este nuevo asesinato que enluta el movimiento social y de defensa de los derechos humanos; además exige garantías de seguridad reales para las comunidades urbanas y rurales, las organizaciones que trabajan en estos territorios y los líderes y lideresas que las acompañan.
¿De dónde salen los 533 asesinatos? El rastreo realizado por la Fiscalía da cuenta de hechos cometidos por el capitán Represa, las Autodefensas del Norte Lechero, Los Doce Apóstoles y la incursión, a principios de 1997, de Rodrigo Pérez Alzate, alias Julián Bolívar, que hizo parte de la Convivir Defensores de Yarumal, Valdivia, Angostura y Campamento (Deyavanc), que llenó el vacío de los sicarios vinculados al grupo dirigido presuntamente por Santiago Uribe Vélez y el padre Gonzalo Palacio, capturado en diciembre de 1995 y dejado en libertad días después por falta de pruebas.
El asesinato de líderes sociales y las constantes amenazas a los excombatientes de las FARC dan muestra de la falta de garantías para la no repetición. Si no se interviene con urgencia este puerto nariñense, la situación que allí se vive se puede replicar en otros municipios. Esto sí que pondría en riesgo la paz de los colombianos.