El hecho ocurrió en el barrio Niquía de la citada población y en reacción policial se logró la incautación de dos pistolas calibre 9 milímetros y la inmovilización de una motocicleta de placas RNT 97E, la cual figura como hurtada el 28 de diciembre de 2018 en la capital antioqueña.
Desde la Agencia de Prensa de Análisis Urbano, órgano difusor de la ONG Corpades, se ha publicado en exclusiva buena parte de los organigramas del crimen urbano-rural, mostrando en ellos sus verdaderos jefes. Además, recientemente, mostramos cómo la Alianza Criminal del Norte se tomó la comuna 16 (Belén), y cómo el corregimiento de Altavista se encuentra en manos de una de las más poderosas estructuras paramafiosas de Colombia: AGC o Clan del Golfo.
Los barrios de Yarumal, en donde la inteligencia —no la Policía— ha detectado sitios de expendio y control de plazas de estas bandas son: San José, Señor Caído, La Cuelga, El Acueducto, Santa Matilde, Buenos Aires, Mediaguas, Fátima, Betania, El Chispero, Epifanio Mejía, San Judas y en el propio parque principal, según confirman nuestras fuentes. En horas nocturnas se distribuiría perico y marihuana. Incluso se ha implementado el servicio de domicilio.
En el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodoc), publicado en julio de 2017, sobre el monitoreo de cultivos ilícitos, se destaca que en Antioquia el municipio de Briceño tiene una alta resiembra de cultivos ilícitos, y si bien la reincidencia es dispersa y se distribuye en la periferia de núcleos más consolidados, este comportamiento se configura como una alerta, pues en estos territorios se estaba avanzando hacia una consolidación de terrenos libres de coca.
A pesar de las numerosas capturas —cerca de 78— y los golpes que ha recibido Pachelly por parte de las autoridades, el poder de la banda aún no logra fracturarse. Sus jefes capturados continúan administrando «los negocios» desde la cárcel.