Desde el ajuste del pacto del fusil, realizado entre el 23 y el 25 de agosto, se ha vivido un cese al fuego en el corregimiento de Altavista y la comuna 16, además de la comuna 7, zonas en donde hubo confrontaciones territoriales.
Las AGC deben entregar la totalidad de sus tropas —que no son 3.000 miembros, como afirma la institucionalidad—, rutas del narcotráfico, armas y relacionamiento político en Urabá, Bajo Cauca y 22 departamentos donde políticos han hecho alianzas para hacerse elegir, algunos de ellos reincidiendo en la parapolítica, y otros estrenándose, lo que les permite pasar incólumes en las investigaciones por corrupción y beneficiándose de la minería ilegal.
Abatido Gavilán quedarían en la lista de los más buscados de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia alias Otoniel (Dairo Antonio Úsuga David), Nicolás (Carlos Antonio Moreno Tuberquia), El Indio (Aristides Manuel Meza) e Inglaterra (Luis Orlando Padierna)
La entramada de las estructuras criminales consiste en ir haciendo relevos de «carritos», ya que muchos de los adolescentes que se meten en el negocio, terminan expulsados del colegio o tan «calientes» en el barrio que desertan del estudio y se suman a las guerras de las calles de Medellín.
Igualmente, Análisis Urbano ha conocido de fuentes cercanas que ante el ajuste en el pacto del fusil y la división del territorio, la alianza entre Los Chivos y Pájaros Rebeldes busca ampliar sus finanzas, razón por la que han gravado un nuevo impuesto en sus territorios bautizándolo «impuesto de guerra». Este, cuya suma son $2.000.000 de pesos, será cobrado por la alianza a cada uno de los comerciantes formales e informarles y los prestamistas de pagadiario.