Sin duda alguna, situaciones similares de servilismo y acatamiento a las órdenes del «monarca» Trump se vivieron en el desarrollo de su discurso que, gracias a su dejo autoritario e impositivo, demostró una vez más que los derechos de los países a la soberanía y a la no injerencia de otras naciones en sus asuntos internos, solamente son válidos en el papel
Recordemos que a inicios de mayo el Congreso de EE. UU., en su mayoría republicano, aprobó los USD 450 millones para el Plan Paz en Colombia —74 millones más que el año pasado—; sorpresa que dejó impávidos a los opositores del proceso de Paz.