En su mayoría, han sido del género masculino: 83.65%; al femenino pertenecían el 14.18%. Y el 1.55%, de la población LGBT. Sin embargo, se encontró que los victimarios se ensañaron con los cuerpos de las mujeres. De este universo, al menos en un 18,4% de crímenes se deformaron los cuerpos, unas veces, con violencia sexual. Y las amenazas contra las defensoras de derechos humanos tenían contenido agresivo de índole sexual y amenazas contra sus hijos e hijas.
Diana Sánchez, directora de la Asociación Minga, explicó al respecto: “las plataformas firmantes de este comunicado no sabíamos del nombramiento del general Barrero y somos nosotros los que hemos venido trabajando en un proceso nacional de garantías que empezó en el gobierno anterior. Ese trabajo tiene unos acumulados importantes que este gobierno desconoció”.
Creemos que el cierre de la confrontación entre el Estado y las Farc ha sido muy positivo y eso ha traído un alivio en muchos territorios donde se daba duramente esta confrontación. Sin embargo, nos preocupa mucho que quienes estén cargando con el costo del cierre del conflicto armado en Colombia sean los líderes sociales.