El párroco del corregimiento, Ariel Viáfara, aseguró que las víctimas eran simples campesinos, personas inocentes que se encontraban departiendo, que se dedicaban a las labores del campo y no le habían hecho daño a nadie.
La Fiscalía tiene en su poder, asimismo, audios con conversaciones entre Marín y el comerciante Fabio Simón Younes en los que se requiere de un dinero para entregarles cinco kilos de coca a supuestos emisarios del cartel de Sinaloa de México, que resultaron ser agentes encubiertos de la DEA.