El procesado no aceptó los cargos imputados por los delitos de porte ilegal de armas de fuego de defensa personal y de uso privativo de las fuerzas militares.
Los investigadores establecieron que luego de cometer el crimen, el victimario, de 63 años de edad, habría encerrado a su hijo en una habitación con el cadáver de la madre y huyó del lugar.