Desde hace casi dos décadas ha tenido un direccionamiento en su forma de pensar. Luego del ataque a las torres gemelas en EE. UU., se inaugura en el mundo el discurso antiterrorista, que denomina como tal a cualquiera que no esté alineado con los gobiernos. Los medios de comunicación bombardearon con mensajes intermitentes a la población, saturaron al país con un enemigo convenientemente creado al que se tenía que matar a bala.