En el proceso de investigación se logró recaudar gran cantidad de material fílmico en el que quedaron documentados los hurtos que a diario eran cometidos por los integrantes del grupo delincuencial hoy desvertebrado.
Los delincuentes tomaron como rehenes a los usuarios y para intentar escapar, uno de ellos, ataviado con un buzo gris y con la capucha puesta, encañonó a un menor de edad, al cual amenazaba con dispararle si intentaban detenerlo.
De acuerdo con la investigación adelantada por la Fiscalía General de la Nación, la estructura criminal exige a los comerciantes sumas de dinero que oscilan entre los 150 y los 400 mil pesos mensuales, para no atentar contra sus vidas o su patrimonio económico.