Sin embargo, otra versión apunta que tanto los ocupantes del vehículo como el sicario coincidieron en un sepelio en el que cruzaron palabras, insultos y amenazas. Luego de la discusión, el asesino fue por un arma de fuego y les dio alcance a la altura del Jardín Botánico, matando a dos de los ocupantes y dejando herido a uno más. Otra persona que viajaba en el auto resultó ilesa.
Al respecto, el brigadier general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá dijo que se trató de un caso de intolerancia. “Hubo intercambios verbales entre agresores y víctimas y al llegar a un semáforo, el sujeto que se movía en motocicleta disparó contra el automóvil”, narró el oficial Camacho.
Su cuerpo presentaba múltiples heridas ocasionadas por arma cortopunzante. Su identidad no trascendió, pues no portaba documentos. Se desconoce cómo ocurrieron los hechos. Los motivos y los responsables se investigan.
Vecinos escucharon varios disparos y cuando se asomaron observaron el cuerpo sin vida de Ocampo Velásquez, que fue trasladado a Medicina Legal. Según trascendió, meses antes había recibido amenazas de muerte.