Finalmente, EPM insistió en que la fotografía sí es real. Pero dice que deben ingresar de forma integral a casa de máquinas para corroborar el estado de la central de operaciones. Mientras que los diseñadores piden que se investigue si la imagen fue elaborada.
Sin embargo, la víctima, que no fue identificada pues no portaba sus documentos, murió minutos después debido a la gravedad de las heridas, producidas, según las autoridades, con objeto contundente.
Los delincuentes, aprovechando que sus víctimas perdían la conciencia, saqueaban sus cuentas bancarias y se apropiaban de sus elementos de valor. Pero ahí no terminaba todo. El desconocimiento de los efectos nefastos que produce ese alcaloide, cuya sobredosis puede causar delirio, parálisis, estupor y la muerte, hizo que en muchos casos sus víctimas perdieran la vida y se vieran obligados a abandonar los cadáveres en las afueras de la ciudad o en alguna banca.