Columnista Jairo Martinez
Sábado 29 de Junio de 2013 – 12:01 AM, Vanguardia.com
En un país como éste, en el que suelen destacarse quienes acostumbran a escalar valiéndose de la trampa, la mentira, la hipocresía, la codicia, la indignidad, la tropelía, la rapacidad, la mendacidad, la mediocridad, la gaminería, la vulgaridad, el cinismo, la traición, la falsedad, el fraude, la farsa, la envidia, la inmoralidad, el pillaje, la falsedad, la depredación, la mezquindad, la impertinencia, la desvergüenza, la alevosía, el chantaje, el aprovechamiento, la apariencia, la indecencia, el arrebato, la lambonería, la felonía, el sablazo, la bribonada, el espanto, la avivatada, la lujuria, el latrocinio, el amedrentamiento, el favorecimiento, la arbitrariedad, la insolencia, la insuficiencia, la altanería, la precariedad, la tosquedad, la rapiña, la poquedad, el desfalco, el absurdo, la truculencia, el boato, la canonjía, la imposición, la mordida, la amenaza, la godarria, la desigualdad, la falsía, el salvajismo, la obscenidad, el desatino, la perfidia, la gavilla, la palanca, la ilegalidad, la fanfarria, la transgresión, el entreguismo, el amiguismo, el despotismo, la flojera, el oscurantismo, el escándalo, la satrapía, la impudicia, el engreimiento, la ignorancia, la indiferencia, la ratería, el torcido, el disimulo, la gabela, el despojo, la coacción, el serrucho, el dogmatismo, la intolerancia, la provocación, la ligereza, la extravagancia, la barbarie, el abuso, el raponazo, los falsos positivos, los falsos testigos, los falsos mesías, los auto-secuestros, los auto-préstamos, los auto-homenajes, las auto-exoneraciones, el cohecho de uno solo, el lavado de capitales, de prestigios, de prontuarios, de conciencias, la ruina moral, la ruina fiscal, la ruina social, la ruina oficial, el prejuicio y la injusticia, la desazón y la sinrazón, la intimidación, la violación, el desmadre, la inequidad, el atropello, la incultura, el articulito, el atraco, la calumnia, la vanidad, la frivolidad, la superficialidad, la iracundia, la caterva, la frondidez, la jodidez, la sandez, la ordinariez, la estupidez, los privilegios, la marrullería, la pacatería, la indolencia, el desafuero, la soberbia, en un país como este, decíamos, quién más podría ser el claro, digno, justo y perfecto merecedor del concurso del Gran Colombiano, ¿quién más?