Vannes (Francia), 25 de febrero de 2025.- Amélie Lévêque es una de las víctimas de Joël Le Scouarnec, el excirujano de 74 años acusado de abusar y violar a 299 pacientes, casi todos menores. Como muchos otros, asistió este lunes a la confesión y las disculpas del médico, que considera que llegan «demasiado tarde».
«Me dan igual sus disculpas y ya es demasiado tarde. El daño está hecho, nuestras vidas están arruinadas», dijo a EFE Lévêque, de 42 años, que sigue sufriendo las secuelas de una violación que sucedió hace más de tres décadas.
Haber hecho público su caso le ayudó mucho, reconoce este martes, poco antes de que se inicie la segunda jornada del mayor juicio por pederastia de Francia.
En 2019 acudió a la policía para denunciar que cuando tenía 9 años fue violada por Le Scouarnec en la sala de reanimación de la clínica de La Fontaine, situada en Loches, al oeste de Francia, donde había acudido para someterse a una operación de apendicitis.
Ahora espera que el juicio que se abrió este lunes y que tiene previsto durar cuatro meses le permita pasar página de aquel capítulo dramático de su vida.
En la primera jornada, el acusado reconoció haber cometido «actos odiosos» que dejaron «heridas irreparables, imborrables» en sus víctimas.
«Me solidarizo con el sufrimiento causado a cada una de estas personas por la extrema violencia de lo que escribí», dijo en referencia a los diarios que fue escribiendo en los que narraba los abusos que iba cometiendo.
«Durante mis interrogatorios intenté reconocer lo que eran violaciones y agresiones sexuales, pero también aclarar lo que no consideraba tales actos», añadió el cirujano, que ya en fase de instrucción había asegurado que algunos de esos relatos eran fantasías sexuales.
Esa estrategia no convence a Lévêque: «Estoy esperando a que los tribunales me reconozcan como víctima para cerrar este capítulo de mi vida y volver por fin a una vida normal».
Le Scouarnec está acusado de haber cometido abusos sexuales o violaciones contra 299 pacientes entre 1989 y 2014, en varias clínicas privadas y hospitales públicos del oeste de Francia.
Cometió muchos de esos actos mientras sus víctimas estaban bajo los efectos de la anestesia, tras haber sido operadas.
Todo se destapó en 2017, cuando la hija de sus vecinos, de seis años, contó a sus padres que Le Scouarnec le había tocado.
Cuando la policía registró su casa encontraron 300.000 archivos sobre pornografía infantil, muñecas de diferentes tamaños, pelucas y diarios íntimos donde contaba con todo lujo de detalles sus crímenes.
Le Scouarnec aseguraba ser un «exhibicionista, ‘voyeur’, sádico, masoquista, escatológico, fetichista, pedófilo». Además aseguraba «ser muy feliz» por ser así.
A lo largo de los años, los investigadores han identificado a 158 niños víctimas del cirujano y 141 niñas, 256 de ellos menores de 15 años.
Este martes está previsto que declaren la exmujer y los tres hijos del pederasta, que ya fue condenado en 2020 a 15 años de cárcel por agredir y violar a 4 menores, dos de ellas sus sobrinas.
En 2005 ya había sido condenado a cuatro meses de cárcel por posesión de imágenes pedófilas.
La declaración de la exmujer de Le Scouarnec genera gran expectación, pues ya en 1996 el pederasta contó en sus diarios íntimos que conocía su atracción por los menores.
Tanto víctimas como asociaciones de protección de los menores la acusan de complicidad por encubrir los hechos, de los que fue alertada también por sus familiares. De hecho, hay una investigación abierta contra ella por no haber denunciado los delitos.
Edgar Sapiña Manchado
EFE