Tournai (Bélgica), 12 ene – Cerca de un millar de personas se manifestaron este jueves para pedir la liberación de Olivier Vandecasteele, un trabajador humanitario belga condenado por Irán a 40 años de prisión y 74 latigazos, en su ciudad natal de Tournai, al sur de Bélgica.
Autoridades locales y vecinos, entre ellos varias decenas de escolares de la ciudad, acompañaron a la familia del belga de 41 años en la concentración, durante la cual se desplegó una pancarta de 12 metros de longitud en la torre de la ciudad para defender su inocencia y llamar a firmar la petición lanzada para liberarlo.
Vandecasteele fue arrestado en febrero pasado y permanece detenido desde entonces acusado, entre otros cargos, de espiar para un servicio de información extranjero y cooperar con Estados Unidos tras haber trabajado durante seis años en Irán para ONG internacionales.
Su familia indicó en diciembre que había sido condenado a 28 años de prisión, pero la condena no se había hecho pública oficialmente hasta el 10 de enero, cuando la agencia del poder judicial iraní, Mizan, informó de que ascendía a 40 años de prisión y 74 latigazos.
La ministra de Exteriores belga, Hadja Lahbib, que calificó la detención de «arbitraria», llamó a consultas al embajador iraní en Bélgica tras conocer la noticia y aseguró que la República Islámica no ha dado información oficial sobre los cargos que se imputan al belga ni la sentencia contra él.
«Ha sido un proceso sin ninguna defensa, ficticio. Nosotros y toda Bélgica sabe que Olivier es inocente. Olivier solo ha hecho el bien allí y ha sido detenido como rehén en el conflicto entre Bélgica e Irán», dijo a Efe su hermana, Nathalie Vandecasteele.
El futuro del trabajador belga parece estar ligado al del diplomático iraní Assadollah Assadi, que cumple en Bélgica una condena a 21 años de prisión por terrorismo por participar en el intento de atentado contra una reunión de opositores al régimen iraní en 2018 en París.
Bélgica e Irán habían concluido un tratado para permitir el intercambio de personas condenadas, pero en diciembre el Tribunal Constitucional belga dejó su aplicación en suspenso hasta pronunciarse sobre el recurso que organizaciones de opositores iraníes han presentado contra el acuerdo.
«El Estado belga no puede esperar a esta decisión para intentar encontrar otras vías para liberar a Olivier. Por el momento parece que no hay otras vías posibles. Irán quiere absolutamente recuperar a su prisionero y lo vemos claro en la condena de Olivier, que ha pasado de 28 a 40 años y 74 latigazos. Estamos en una completa escalada, lo que va a hacerlo muy complicado. La presión no para», dijo a Efe su hermana.
Añadió que no han informado a Olivier del incremento de condena puesto que «su moral ya está muy afectada» y su salud deteriorada tras pasar once meses en un sótano sin ventanas, con luz artificial las 24 horas del día y en aislamiento, lo que le ha llevado a perder más de 25 kilos.
El Gobierno belga ha asegurado que hace todo lo posible por liberar y mejorar las condiciones de detención de Vandecasteele.
Irán ha sido acusado de usar a presos con doble nacionalidad y de otros países como medida de presión o para intercambio de prisioneros con otros Estados, práctica calificada de «diplomacia de los rehenes» por otros países y organizaciones de derechos humanos. EFE