Mediante panfletos que circulan en las calles del barrio Niquía de Bello, y que además fueron difundidos en redes sociales, se amenaza de muerte a presuntos integrantes de las bandas Pachelly, Niquía Camacol, el Tapón y el Mesa, que delinquen en ese municipio del norte del Valle de Aburrá, además de Copacabana, Girardota y Barbosa.
La semana anterior, uno de esos pasquines anunciaba que seguía “la persecución” a varias personas, luego de la muerte de Mauricio Arias Guerrero, alias Guerrero, ocurrida el sábado 9 de febrero a eso de las 11:50 p.m. en el barrio Niquía Camacol. La amenaza iba dirigida, entre otros, a Juan Carlos Rivas Vallejo, quien fue baleado este viernes 21 de febrero en la diagonal 56 con la carrera 45A, Bello, por sicarios que fueron capturados por la Policía. Estas dos víctimas mortales, según fuentes judiciales, hacían parte de la banda Pachelly.
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En ese escrito se hace mención a Julián, hermano de Juan Carlos Rivas; a Diego, un lugarteniente de los dos hombres asesinados; a Carlos el Caracortada, a Chucky, Las Monas, Las Gordas de Niquía, Eugenia y su hija Alejandra, a quienes hace un par de años, según el panfleto, les fue lanzada una granada. “Unidos acabaremos con esta mata de ratas”, advierte el pasquín.
Este sábado 22 de febrero empezó a circular otro panfleto, al parecer en respuesta al anteriormente mencionado. En este, que sería autoría de la gente del combo Pachelly, se llama la atención a “la comunidad bellanita”, para que estén “alertas” con los “combos Mesa, Tapón y Camacol”.
“Estos asesinos fueron quienes dieron muerte a alias Guerrero el sábado pasado y hoy en la tarde a Juan Carlos Rivas, cumpliendo sus amenazas que fueron enviadas en volantes anónimos”, señala el escrito.
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En el papel se acusa a un hombre de apellido Rodríguez, apodado el Montañero, de liderar el reclutamiento de menores de edad, así como de habitantes de calle, a quienes utilizan como campaneros en las plazas de vicio. Finalmente, se asegura que los combos Mesa, Tapón y Camacol cuentan con el apoyo de varios agentes de la Policía, entre ellos “el patrullero Moreno, Céspedes, Martínez y Rivera y otros más. Estos oficiales tienen una doble vida: oficiales y delincuentes”.
La comunidad se siente atemorizada porque aunque no sabe si en Niquía el enfrentamiento es entre los Pachelly y la Terraza de Manrique o entre Pachelly y Niquía Camacol, de lo que sí tiene certeza es de la existencia de una guerra absurda que seguramente seguirá cobrando vidas y causando llanto y dolor en muchas familias bellanitas.
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