El peaje ilegal de El Trapiche, al parecer con la fachada de un lavadero, aún funciona; a las autoridades no les importa

FECHA:

Antioquia, Colombia, 17 mayo de 2022.- Usted va en carro por Girardota. Va llegando al peaje de El Trapiche, y tiene dos opciones: la primera es pasar normal por el peaje y pagar de acuerdo a la categoría de su vehículo.

Este peaje ya lleva 22 años en funcionamiento, y parece que seguirá funcionando hasta 2054.

La segunda opción que usted tiene, y evitar ese peaje, es desviarse unos cientos metros antes de este hacia la derecha, por la zona de las canteras. Como se dice en Antioquia, “no tiene pierde”.

EN CONTEXTO

Luego de avanzar un poco y seguir un poco la corriente, usted pasa a un espacio en el que alguien le echa algunas gotas de agua a su vehículo. Usted paga 7.000 pesos, avanza y vuelve a la carretera después del peaje.

Dependiendo del vehículo, una persona se puede estar ahorrando hasta más de 10.000 pesos por trayecto.

Para una persona que vive en Girardota, trabaja en Medellín y se mueve en carro, esto es más o menos 250.000 pesos de ahorro mensuales.

Al mismo tiempo, estos son 250.000 pesos que le están dejando de entrar a la concesión de la carretera y su supueseto mantenimiento. Esto por cada vehículo.

La actividad que se está haciendo en este lavadero es ilegal, pero las autoridades competentes no parecen tener mucha prisa en clausurarlo.

Imagen del lugar ubicado cerca al Peaje El Trapiche.

El lavadero da la opción a un conductor o conductora de no pagar el impuesto al tránsito que representan los peajes. El dinero que cada person paga en el lavadero, entonces, no termina en reinversión para carreteras mejores sino en las arcas de las mafias.

Análisis Urbano ya denunció esta situación desde el pasado 10 de marzo. Decidimos investigar más a fondo al constatar que las autoridades no han tomado medidas al respecto.

Con el lavadero pierden muchos y ganan pocos

Las afectaciones que provoca la existencia y funcionamiento de este lavadero no son solo económicas y presupuestales, sino por desgracia también ambientales.

Debido a que el lavadero no se montó con el fin de ser un lavadero de vehículos, la fachada que se utiliza para figurar como un lavadero obliga a que las personas en este por lo menos sí rocíen algunas gotas de agua en cada vehículo.

Esta agua termina sucia y contaminada, y no hay un sistema en el lavadero que permita deshacerse de ella de una manera sostenible.

Aunque el lavadero sí tiene un sistema de recirculación de agua, no está claro de dónde proviene esta, o si el lavadero tiene el permiso de usar un pozo que existe dentro de la propiedad.

Cada día este lavadero sigue facturando utilidades como si fuera un peaje. Una empresa que podría ser criminal se asentó en este lugar, y con ella se estaría construyendo un nuevo poder ilegal a punta de oportunismo, plata y amenazas.

Registramos este como un nuevo caso en el que la legalidad y la ilegalidad en el Valle de Aburrá van pegadas de la mano.

Esta investigación hace parte de nuestro trabajo (I)LEGALIDAD. Aquí puede ver todas las denuncias de nuestras investigaciones de este especial.

¿Cómo este lavadero se volvió una máquina de billetes?

Hay un grupo de hombres organizados, al parecer armados e incluso hasta cierto punto legalizados al frente de esta operación.

Serían unas catorce personas —por lo menos— se «adueñaron» de la zona, de acuerdo con algunos vecinos de quienes nos reservamos la identidad. Estas personas llegaron desde 2021 al lugar e irrumpieron con un negocio tan millonario como ilegal.

Estas personas no son dueñas de las predios en los que está el lavadero. Las personas dueñas, en cambio, han recibido amenazas de muerte desde que el lavadero está en funcionamiento.

Entonces, pasadas apenas algunas semanas luego de la inauguración del lavadero, las rentas astronómicas del peaje ilegal permitieron a los sujetos asegurar la permanencia en este espacio perteneciente a la vereda San Andrés, del municipio de Girardota.

¿Cómo? Comprando armamento, vehículos, protección y silencio.

Análisis Urbano tiene conocimiento de otro supuesto peaje ilegal que funciona en el sentido opuesto de la carretera. Este sería controlado por una banda delincuencial perteneciente a las estructuras “franquicia” que navegan en la ilegalidad en el Valle de Aburrá y día a día multiplican sus métodos para ganar dinero.

No obstante, este medio pudo constatar que estas personas que montaron el lavadero no presuntamente no pertenecen a alguna banda criminal.

Todo apunta a que son nuevos jugadores quienes, como mencionamos, lograron asegurar su permanencia en el negocio por la inmediatez con que se generó la renta económica de su actividad ilegal.

Imagen del portal KIENYKE.

El método para afincarse en este lugar fue tan simple como eficaz: llegar, ocupar el espacio con autoridad y poner a funcionar el negocio. Que cuando menos piense la gente, ya ni se acuerde de cuándo fue que llegaron allá y montaron su empresa.

Análisis Urbano ha intentado ubicar a los individuos al frente de esta empresa que podría ser criminal, pero incluso cuando funcionarios de distintas entidades del gobierno han acudido al lavadero, los hombres se niegan a dar su identidad o a mostrar alguna clase de identificación.

Esto coincide con la conducta criminal de otras estructuras delincuenciales, cuyas actividades en algunas ocasiones les requieren tener contacto directo con personas que están en la legalidad.

Nunca en estos casos sucederá que un criminal se identifica con su nombre y número de identificación, ya que el hacerlo lo implica en la comisión potencial de un delito.

Conocemos de casos en los que estos criminales ni siquiera cargan sus cédulas o identificaciones cuando cometen sus actividades delictivas. Así, si alguna autoridad hace una detención, procesar y judicializar a los criminales sea más engorroso. 

El caso es que a usted lo atienden en el lavadero de una forma que parece ser ordinaria. Usted ve caras, pero nombres no escuchará.

Lo particular es que en este momento el lavadero ya tiene registro en industria y comercio como un lavadero. Esto, y que en el lugar se usan aguas subterráneas, impide que una entidad como Corantioquia suspenda el lavadero por un tema de afectación ambiental.

Aunque pueden tener los argumentos, no así la competencia.

Por su parte, desde EPM también se indagó el lavadero para conocer la fuente de los recursos hídricos que se usan en el lavadero, existen algunos documentos con información que llama la atención.

De acuerdo con los funcionarios de EPM, los dueños del lavadero no saben de dónde sale el agua que utilizan para su actividad productiva, así como “tampoco entregaron factura”, por lo que no hay evidencia de que haya algún tipo de contrato con Empresas Públicas de Medellín. 

Al ser cuestionados por este tema, funcionarios de la Secretaría de Gobierno de Girardota se limitaron a decirnos que ya “le entregaron el caso a la Policía y a la Sijin”.

¿Cómo es que un lavadero de vehículos que es ilegal sigue funcionando si las autoridades ya saben que existe?

¿Y por qué la Policía no ha hecho nada?

Esta es una muy buena pregunta.

La Policía ya ha recibido diversas denuncias por parte de la ciudadanía ante lo que es, cuando menos, una forma ilegal de evadir un impuesto.

Asimismo, ennuestras investigaciones hemos registrado que la Fuerza Pública no solo ya conoce de esta situación, sino que incluso ha hecho presencia en el lugar.

No obstante, a la fecha de publicación del artículo, el lavadero sigue funcionando con un evidente “permiso”’de las autoridades.

Llama la atención el hecho de que la Fuerza Pública sea selectiva con la aplicación de la Ley.

Mientras que, por ejemplo, las protestas del paro nacional suscitan que la Policía despliegue todo su pie de fuerza, en un caso como este guardan un silencio que cuando menos es de omisión.

El hecho de que el lavadero funcione puede que no afecte al orden público, pero definitivamente sí está creando un hueco en el bolsillo de alguien.

Si el lavadero gana tanta plata, alguien la tiene que estarla perdiendo.

Vinus S. A . S, los dueños del peaje legal

Los dueños de la licitación del peaje legal de El Trapiche se llaman Vinus, o Vías del Nus.

Esta empresa tiene los contratos de el mencionado peaje además de los peajes de Cisneros y Pandequeso. Vinus está vigilada por la Superintendencia de Transporte y la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura). Análisis Urbano se comunicó con ambas entidades pero no recibió respuesta al respecto del tema del peaje ilegal. 

Estos son los accionistas de Vinus, con su respectivo porcentaje de participación en la empresa:

La información corresponde a la página de Vinus.

Vinus está perdiendo dinero a diario por la cantidad de personas que deciden tomar el atajo por el lavadero.

El asunto es que las finanzas de Vinus S. A. S no funcionan como la de una tienda o un negocio ordinario: al ser responsables de las carreteras, Vinus debe estar al día con sus obligaciones financieras para con el Estado.

Las empresas contratistas de peajes en Colombia están obligadas a reinvertir sus utilidades en mantenimiento de carreteras y nuevas obras como autopistas, puentes y dobles calzadas, entre otros.

Esto quiere decir que el dinero que uno paga en un peaje, en teoría, debe ir al mejoramiento de esa carretera. Más adelante profundizamos sobre esto.

Hay que decir que está  máquina hacer dinero es por supuesto avalada y mantenida por cada ciudadano que prefiere pasar por allí y pagar más barato. No obstante, la clara perdedora de esta situación es la empresa Vinus S. A. S, o, Vías del Nus, encargada de la concesión del peaje legal.

Análisis Urbano tuvo la oportunidad de hablar con Luis Octavio Giraldo, director jurídico de Vinus. Giraldo expresó una gran preocupación, porque desde agosto del año pasado ellos ya están al tanto de la existencia del peaje, han hecho las denuncias pertinentes pero nada ha pasado, a la fecha.

“Con la ANI”, dijo Giraldo, “reclamamos el riesgo de elusión, lo que significa que se deben contar los vehículos que están esquivando los peajes (…) La ANI no ha reconocido esto, lo que significa que consideran que no hay elusión”.

El director jurídico también aseguro que han intentado buscar soluciones con la Gobernación de Antioquia, INVIAS y el Ferrocarril de Antioquia, tres entidades que son dueñas de un pedazo del predio donde está ubicado el peaje.

“Cero respuesta”, nos dijo Giraldo.

Otro asunto llamativo es que Vinus ya acudió a la Policía para intentar montar una caseta de control por los lados del lavadero. Con la caseta, quienes pasen por el lavadero igual pagarían peaje.

No obstante, estos y otros intentos han sido repelidos incluso por “bala”, de acuerdo a lo que nos contó Giraldo. Y la Policía puede acompañar a Vinus pero, sin la orden de un juez, no puede desalojar el lavadero.

“Las propietarias no pueden ni asomarse por allá porque son objetos de amenaza”, contó Giraldo. “Desde marzo tienen denuncia también en la Fiscalía, pero la entidad no ha avanzado en la investigación. S

Giraldo nos contó de dos mayores de la Policía (nos reservamos sus apellidos) que considera que son los únicos que están intentando ayudarle con su problema a Vinus. “Lo demás ha sido abandono y burla. No solamente los policías me ignoraban, sino que a veces les entregaba un documento y diez minutos después le llegaba a una de las dueñas una foto con una amenaza de muerte y la foto del documento que yo había acabado de entregar”.

Esto demostraría una connivencia entre los oficiales de policía y los delincuentes del lavadero.

“Yo, como Vinus, pierdo 50 millones de pesos diarios, ellos ganan entre 25 y 30”.

Cada vehículo que transita esa vía y decide pagar la lavada en lugar del peaje aumenta el tamaño de un déficit presupuestal. Ese déficit, recordemos, es del dinero que los ciudadanos estarían aportando para la manutención de las vías.

Estas son las tarifas que cobra Vinus por pasar por el peaje de El Trapiche:

Información de la página de Vinus.

Aquí toca sacar la calculadora y hacer cuentas.

Cada vehículo automovil (carros familiares, por ejemplo) que evita el peaje y se mete por el lavadero deja de pagar 7.500 pesos (14.500 – 7.000, lo que cobran en el lavadero).

Esto quiere decir que, solo contando automóviles, cada 100 vehículos que deciden transitar por el lavadero, Vinus está dejando de ingresar 750.000 pesos. Esto para un peaje de este tipo puede ser menos de una hora de carros pasando.

¿Será que las autoridades al menos tienen claras estas cifras?

La plata igual debe ir a algún lado, ¿no?

Hoy en día los criminales en el mundo tienen muchísimos métodos para esconder sus ganancias ilegales. Evadir a los inspectores de bancos, ministerios de hacienda e incluso a la gente que los rodea cada vez es más sencillo por los métodos que existen hoy en día.

Su uso depende, por supuesto, de la capacidad técnica y cognitiva de los criminales para usarlos, tal como apunta esta investigación sobre criminología realizada en México.

Los criminales pueden usar paraísos fiscales, por ejemplo. Muchos políticos y empresarios colombianos los usan, pero esta técnica requiere el uso de terceros y testaferros, ya que los paraísos fiscales requieren la creación de una cuenta bancaria en el extranjero.

Por supuesto está el lavado de activos, método que a su vez cada vez tiene más métodos. Con esto, el dinero conseguido de forma ilegal “vuelve a circulación” en las calles y comercios, y  regresa a los criminales, quienes pueden reportar este dinero como ganancias de un negocio legal, pagando impuestos incluso.

Otra opción para los esconder el dinero tiene que ver con una revolución tecnológica que beneficia tanto a usuarios corrientes de todo el mundo como a, infortunadamente, criminales que no pueden guardar su dinero en un banco.

Hablamos de las tecnologías Bitcoin y Blockchain, que justo lo que permiten es poseer una divisa en un lugar seguro y fuera de cualquier sistema de un banco central de un país.

Las transacciones hechas con blockchain son casi imposibles de rastrear, y no quedan registradas en ningún sistema financiero de ningún país, por lo que también son casi imposibles de judicializar en caso de que se encontrara evidencia.

Los criminales, entonces, pueden “consignar” cantidades absurdas de dinero a una especie cuenta sin que un representante del banco comience a hacer preguntas de dónde salió tanta plata.

El otro método para quizás guardar el dinero es mantenerlo en metálico, en efectivo. Las extintas FARC eran especialistas en esta técnica, y crearon múltiples guacas para guardar dinero en lugares que solo ellos y ellas podrían encontrar.

Una guaca o caleta es una opción quizás riesgosa y depende de la naturaleza misma de la nada criminal, pero es una forma en la que todo el efectivo se queda en el país, en lugar de comenzar a circular por todo el mundo.

Las antiguas Farc usaban caletas para guardar dinero. Lo metían dentro de bolsas, canecas y los enterraban en lugares donde solo ellos se supone que podrían encontrarlos. Aquí vemos unos soldados, en el momento en que dieron con una de ellas. Foto: RCN.

¿Qué son los peajes en Colombia y para qué sirven?

En Colombia se debate bastante sobre casi cualquier cosa, pero es seguro decir que la inmensa mayoría de los colombianos aborrece los peajes.

Estos lugares representan detenciones en el desplazamiento para las personas que viajan en un vehículo, y solo una cuota económica entregada al gobierno abre el camino.

Los peajes existen en nuestro territorio desde que Simón Bolívar y sus seguidores proclamaron la independencia de la corona española. En ese entonces, el primer peaje se ubicó en el Puente del Común, al norte de Bogotá.

El cobro de aquel peaje dependía de lo que la persona estuviera cargando en sus mulas, caballos o demás: si llevaba telas o ropa, era un valor, si llevaba granos y víveres, el valor era otro.

Luego, desde allí a tener 168 peajes en todo el territorio nacional hay una gran brecha.

Porque para un país con tan malas vías, tenemos demasiados peajes.

Pongámonos enen perspectiva: Ecuador tiene 95 peajes, y cada uno cuesta poco más de un dólar. Alemania, por su parte, no tiene peajes para la población general, solo unos cuantos para los vehículos más pesados.

No sobra decir que tanto Ecuador como Alemania tienen sistemas de carreteras muchísimo más avanzados que los colombianos.

Otro ejemplo sería Chile, cuyos peajes son los más caros de Suramérica. Solo hay peajes cada 200 kilómetros, en ocasiones.

Hay una reflexión que hicieron algunos transportadores colombianos hace varios años. De acuerdo con sus experiencias, puede ser más caro pagar los peajes de Bogotá hasta un puerto marítimo del Pacifico colombiano que pagar el viaje de ese puerto hasta China.

En otras palabras, y por los peajes, sale más caro mover una mercancía dentro de Colombia que llevarla al otro lado del mundo.

Aparte de al dueño, ¿a quién le gustan los peajes?

Usted no escuchará muy seguido algo como “¡Qué bien! Un peaje”, o “Qué bueno que ya llevo cinco peajes en el camino”.

La lógica de estos puestos, desde la normatividad, es la de potenciar y mantener las capacidades de las carreteras, ya sea construyendo nuevas, reparando las que ya existen o incluso pavimentando donde no existen aún y ya deberían.

Pero esto es en el papel.

En el gobierno del liberal César Gaviria, de 1990 a 1994, se definió que los peajes y las obras en carretera ya no le iban a competer más al Estado de forma directa. Gaviria estableció que serían privados los que harían toda la gestión y entregarían reporte al gobierno.

De inmediato, Luis Carlos Sarmiento Angulo se volcó a cazar todos las concesiones posibles a través de sus empresas de construcción, diseminadas por todo el país.

Sarmiento Angulo creo para los peajes  cuatro compañías que licitan por los peajes de forma independiente: PISA (Proyectos de Infraestructura), Episol (Estudios y Proyectos de los Andes), Concecol (Colombiana de Concesiones y Licitaciones) y Epiandes (Estudios y Proyectos de los Andes).

Hoy en día, las empresas de Sarmiento Angulo operan en 9 concepciones viales. De acuerdo con expertos, las concepciones están ubicadas en espacios privilegiados de alto tráfico, por lo que las utilidades son mayores.

A más carros, camiones y transportes, más flujo vehicular. A más flujo vehicular, más peajes se cobran.

Una persona como Sarmiento Angulo le “prestó” su dinero a Colombia para facilitar las obras de infraestructura, pero hoy en día tiene ganancias por estas actividades que son difíciles de cuantificar. Por esto Sarmiento Angulo aparece en Forbes, la publicación que registra y hace seguimiento de las personas más ricas del mundo.

De todas formas, Luis Carlos Sarmiento Angulo estaría asociado con los escándalos de Panama Papers y Pandora Papers, por lo que la fortuna que se le calcula en realidad puede ser mayor.

Imagen de El Universo.

Estos son contratos que alguien firma con el Estado y se mantienen muy estables durante muchos años.

Por ejemplo, algunos de los contratos que Luis Carlos Sarmiento Angulo tiene con el Estado a través de los peajes terminan en 2054.

Esto son, a la fecha que publicamos este artículo, 32 años de un flujo de dinero constante para Sarmiento Angulo. El empresario, ahora con 89, tendría 121 años cuando se acabe solo este contrato. 

Zonas grises de legalidad e ilegalidad

Así como varias gambetas legales han permitido que el lavadero siga funcionando, hay incluso una manera legal de no pagar peajes. Depende de si el flujo vehicular es demasiado alto y usted tiene un conocimiento pleno de una norma tan insólita como desconocida. 

El Decreto 071, del Ministerio de Transporte, expedido el 8 de enero del 2009, dice:

«… se faculta a la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional para que se de cumplimiento a la directriz ministerial de levantar la barrera (talanquera) en las estaciones de peaje administradas por las concesiones y/o Instituto Nacional de Vías (Invías), y permitir el paso de vehículos cuando el número de estos genere represamiento, según lo estipulado en las obligaciones contractuales y reiterado en el oficio MT-4562-1 65536 del 19 de diciembre del 2006, requiriendo la presencia de los interventores».

Esto quiere decir que, si hay un trancón demasiado grande, los conductores pueden exigir que se levanten las talanqueras y no se cobre el peaje mientras se restablece el flujo normal alrededor del peaje.

Entretanto, mientras usted leyó este artículo, los sujetos del peaje  hicieron fácilmente 250.000 pesos

Seguimos esperando que las autoridades ejerzan la Ley en todos los casos con la misma fuerza, tal como lo exige la Constitución.

APUNTE URBANO

La Agencia de Prensa Análisis Urbano ha recibido información de fuentes confiables que se estaría preparando un cierre del lugar donde se estaría fomentando el peaje ilegal, estamos a la espera de que sea cierto y del respectivo pronunciamiento oficial.

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